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Cursos para cuando las cuentas no son la leche

Cursos para cuando las cuentas no son la leche

El sector lácteo gallego camina entre el cabreo y la resignación hace años. La última espita de su paciencia se abrió recientemente con los sobrecostes energéticos que dificultan (una vez más) la rentabilidad de sus explotaciones. Producen a mayor coste que el mercado vende su leche. O, lo que es lo mismo, el precio que se paga al granjero no sube.

Por otra parte, solo quien ha estado cerca de una explotación ganadera entiende el sacrificio: el ordeño de las vacas no entiende de vacaciones, ni de fiebres o catarros.

Los 365 días del año se extrae leche a las vacas. Y no hay mano de obra que quiera trabajar contratada los fines de semana, ni vacaciones. Toca apencar todo el año. Por si fuera poco, con la subida del precio de los carburantes y el encarecimiento de la factura de la luz, conseguir que sea rentable una producción lechera es, cada vez, más difícil. Sacrificio, inversión... y, en momentos como el presente, con cero beneficio.

Cursos para cuando las cuentas no son la leche

En medio de ese magma de protestas en Lugo y tractoradas en Cantabria porque las centrales no suben los precios –aunque sí aparecen más altos en los supermercados– el sindicato gallego Unións Agrarias lograba ayer que se retire de supermercados gallegos leche de Lactalis y Capsa.

UU.AA. reconoció haber logrado el “gesto” de la distribución para que retire de supermercados las marcas de leche líquida de Lactalis y Capsa este fin de semana.

La organización agraria reclama que la industria haga llegar a los ganaderos la subida que se ha aplicado en los lineales a los consumidores. Así que de este modo, desaparecerán de las grandes superficies durante unos días los cartones de leche de Larsa, President, Puleva y Ram, entre otras.

Lo quieran o no, cada uno de los ganaderos que ha heredado o trabaja en una nueva explotación es empresario. Independientemente del número de vacas que tenga. Y gestionar una granja requiere tiempo de gestión administrativa, fiscal, de trazabilidad y control sanitario de los animales.

Por eso, hace tiempo que Medio Rural trata de formar a los ganaderos como empresarios que son. A través de cursos, ofrece una pequeña base didáctica en aspectos económicos y empresariales que podrían serles útiles para su día a día en la lucha del campo. Entre los aspectos de formación llegan a tocar, incluso los porqués de que el precio de la leche no suba.

Se llama “Gandeiros 20-30: Impulsando as competencias empresariais en explotacións gandeiras” y ya va por su quinta edición. Es decir, según la Consellería, a finales de año se habrán formado con esta iniciativa un total de 72 ganaderos. De su continuidad y de que les vaya bien a ellos dependerá, también, el futuro del sector primario (y la población) del rural gallego.

El jefe de Departamento de Investigación y transferencia de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria, Pablo Lúgaro, es uno de los organizadores de la formación y alude al control de los costes en las explotaciones como el principal objetivo a perseguir, sobre todo en este momento de crisis. “Cada vez hay una preparación mejor por parte de los ganaderos, pero entre las 7.000 explotaciones gallegas pocas están suficientemente formadas para saber dónde ahorrar. Está claro que no pueden revertir el precio de la luz, pero quizás si producen forraje de alta calidad, podrán invertir menos en pienso”, ejemplifica Lúgaro.

Saber cómo se mueve el sector y qué influye en el precio que le pagan por la leche es otro de los puntales del curso. “En este mundo globalizado, les explicamos que les afecta en Galicia incluso el precio que pagan en Australia”, alega el organizador de la formación de la consellería de Medio Rural.

“Tienen que hacer un plan empresarial y una previsión para no tener picos de gastos que los dejen en números rojos”, asegura. Lúgaro ve con optimismo la segunda (o tercera) generación de jóvenes que se incorporan al campo de forma profesional y que llegan formados con ciclos o Grados.

“En el agro en Galicia no existe una tradición de asociacionismo, ni siquiera en las pequeñas explotaciones”

Pablo Lúgaro - xefe do Departamento de Investigación e Transferencia da Axencia Galega da Calidade Alimentaria

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Entre las situaciones desfavorables, cita la falta de asociacionismo: “Es un problema porque en el agro en Galicia no existe la unión que debería ni siquiera en las pequeñas explotaciones”, reflexiona.

Hace unas semanas que comenzaron también con cursos para la profesionalización de las producciones de carne; otra línea estratégica en la que trabajan desde la Xunta y que actualmente aún está más desfavorecida que el sector de la leche y se concentra en las montañas de Lugo y Ourense.

Begoña Liñares, de una explotación en Trazo Fdv

“Nuestro negocio no es solo hacer números con la calculadora”, ilustra Begoña Liñares desde la Sociedad civil “Gandería Bello” en Trazo.

Cuando llegó a la granja, “por amor” –está casada con un ganadero– nunca se había puesto delante de una vaca.

En pocos años, el negocio creció y pasaron de tener 35 vacas a contar con 150 en ordeño y 260 cabezas en total.

Tras estudiar un ciclo superior de Relaciones Laborales, Begoña Liñares preparaba oposiciones y trabajaba en una gestoría. Pero no tardó mucho en arremangarse para acabar siendo una más en la explotación: “Existe un problema grande de mano de obra. Aquí se trabaja 365 días al año, pero si quieres descansar algún fin de semana, no encuentras quien venga”, explica.

Actualmente en esta empresa familiar trabajan tres socios y tres empleados. Con respecto al curso, Begoña asegura que “todo vale para aprender, tanto las buenas como las malas experiencias, para no caer en los mismos errores”. “Cada día salía de allí dándole vueltas a la cabeza, porque te explicaban una visión de futuro en nuestro sector y nos aportaban nuevas ideas”, resume. Para Begoña, por todo, el curso fue “muy positivo”.

David forma parte de una explotación familiar en Santa Comba.

David forma parte de una explotación familiar en Santa Comba. Fdv

La empresa familiar “Ganadería do Mouro”, una cooperativa formada por los padres de David Vázquez Novás, junto con él y su hermana, se ubica en Santa Comba. Allí, tienen unas 200 vacas en producción, con otras cien cabezas más en 80 hectáreas de terreno y con cuatro empleados.

Todas las reses se destinan a la producción de leche, que luego venden a una empresa transformadora que se ubica en Teixeiro. “Tenemos un grave problema de márgenes en el sector; el coste del producto se queda en la industria pero no traspasa al ganadero”, advierte David, que se sumó a la explotación de sus padres como unapromesa para el agro: lo hizo tras estudiar Ingeniería Agrícola en Lugo y un máster de Producción de leche.

Aún así, David valora la formación empresarial de Medio Rural a la que asistió en directrices como el logro de una mayor rentabilidad o la financiación, con medios propios y ajenos. “Normalmente no existe mucha formación dentro de las granjas, lo que no quiere decir que no tengamos experiencia”, completa. “Aprendimos de cálculo de costes con ejemplos de empresas de gran tamaño. Me sorprendió también el marketing que hay detrás de cada producto o de cada historia, que es lo que se vende hoy en día. Y el tema de fiscalidad, que también nos orientaron”, resume.

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