La portavoz del BNG, Ana Pontón, que este domingo renovó por tercera vez su liderazgo al frente de la formación nacionalista, es consciente de que necesita “ensanchar” la base social del partido si quiere llegar a presidir la Xunta tras las elecciones de 2024. Si no, dijo, “los avances serán frágiles”. Y lo primero que necesita es que sus propios compañeros estén convencidos. Para ellos fueron sus primeras palabras en la clausura de la XVII Asamblea Nacional del BNG, que se celebró en el Coliseum de A Coruña.

“Somos una organización abierta. Hay que seguir ensanchando el BNG. Somos una organización abierta a todos los que llevan a Galicia en la cabeza y el corazón”, proclamó. Poco después volvería sobre el mismo tema: “No tenemos que limitarnos. Tenemos que dirigirnos a la sociedad con los brazos abiertos”. “Somos una organización con pasado que tiene que mirar el futuro. Nuestras puertas están abiertas”, insistió. Por si había alguna duda de cuál es su objetivo, remarcó: “Hay gallegos con un gran sentimiento de país, y tenemos que trabajar con persuasión y generosidad para traducir ese sentimiento en términos políticos y electorales”.

No fueron sus únicas palabras en clave interna. También llamó a la unidad. “Lo que nos hace avanzar es el colectivo”, apuntó para asegurar a continuación que el BNG es “amplio, diverso y cohesionado”. La militancia es “imprescindible” para conseguir los objetivos, reconoció.

La anterior asamblea del BNG, celebrada en marzo de 2017, tuvo como escenario Palexco, también en A Coruña. A ella acudieron algo menos de un millar de personas. En esos momentos, la formación nacionalista estaba a la baja y en pleno proceso de refundación tras perder un diputado en el Parlamento gallego (se quedó con seis), y lograr poco más de 120.000 votos en las Autonómicas de 2016.

Pero para este nuevo BNG, Pontón habló de “nuevo ciclo”, con 19 diputados y más de 300.000 votos en las elecciones del pasado año, la formación nacionalista escogió otro escenario, mucho más grande, para sacar músculo.

Más de 3.000 personas arroparon a Ana Pontón en el Coliseum de A Coruña donde renovó su liderazgo al frente de la formación con el 99% de los votos. Hace cuatro años había logrado el 98%. Las tesis políticas de la asamblea fueron aprobadas con el 99,5% de los sufragios, mientras que el informe de gestión que presentó la ejecutiva salió adelante con el 99,32% de los votos.

La asamblea fue una balsa de aceite. No hay como tener el viento a favor. Pero eso no fue impedimento para que se debatiese, por ejemplo, sobre la “construcción de la República Galega”. Pero la asamblea votó en contra de las enmiendas más independentistas llegadas desde puntos como la comarca de Vigo, Costa da Morte o Baixo Miño y se reafirmó en el “soberanismo” como “casa común del nacionalismo”, en palabras de Rubén Cela, miembro de la Ejecutiva Nacional. “El BNG no es independentista”, proclamó. En el discurso de clausura, Ana Pontón no entró en este debate, aunque dejó claro que la búsqueda de más electorado se hará “sin renunciar a ninguno de los principios del nacionalismo”.

Ya en clave externa, la portavoz nacionalista reconoció que su objetivo es “liderar la Xunta en 2024”, porque la vocación del BNG es “gobernar este país para darle un futuro de esperanza”. “No nos pongamos límites. Estaremos a la altura para hacer avanzar el nacionalismo”, aseguró.

Como no podía se de otra forma, tuvo palabras para el PP (ninguna para el PSdeG). “Somos la alternativa real al Partido Popular. Están de los nervios. ¿No sé si lo notáis últimamente?”, preguntó al auditorio. “Están nerviosos porque en las pasadas elecciones se movió el tablero. Empezó el cambio gallego de mano del BNG y no van a poder pararlo”, vaticinó Pontón, quien aseguró que la formación “está en disposición de abrir un nuevo ciclo político”.

“Salimos de esta asamblea con las pilas cargadas”, proclamó victoriosa. “Veo la ilusión en los ojos para darle un cambio a este país. Veo en el ambiente que cada día estamos más cerca de hacer historia, de un gobierno que solo se deba a los gallegos”, aseguró para añadir después que “ya está bien de tanta sumisión a Madrid, ya está bien de tanta sumisión a los lobbies económicos”.

En su discurso de 20 minutos también quiso hacer un “reconocimiento explícito” a las predecesoras en la formación, así como a las mujeres que participan ahora de forma activa. “La política es un mundo masculino y no siempre lo tenemos fácil, al contrario, tenemos que superar más barreras. Que hoy el BNG tenga mujeres en puestos relevantes es el trabajo de todas las que nos precedieron durante años y quiero dar gracias de todo corazón”, destacó.

Y subrayó la intención de “seguir avanzando en el empoderamiento de las mujeres”, dando pasos a los “valores que aporta” el feminismo, con “empatía, inclusión, diálogo, participación”. “Estamos aquí para convencer y no para vencer”, remarcó, pero “hay que poner el turbo”.

“Habrá quien diga que no es posible derrotar a Feijóo y que el BNG tenga la Presidencia: son los mismos que decían que no se podían bajar los peajes de la AP-9 y que no era posible pasar de 6 a 19 diputados. Vamos a derrotar a los del no porque somos el BNG del sí”, aventuró.

En el Coliseum coruñés se dieron cita históricos dirigentes como Paco Rodríguez, que poco después de las nueve de la mañana ya hacía cola para acreditarse, exconselleiros del bipartito como Fernando Blanco o Alfredo Suárez Canal, junto con otros miembros del gobierno que vicepresidió Anxo Quintana, como Teresa Táboas.

La asamblea también renovó los documentos políticos y los orgánicos, en el que se incorpora un protocolo interno contra la violencia de género y se eliminó el límite de tres mandatos para los cargos del partido e institucionales que, de facto, no tuvo consecuencias, al menos, en ninguno de los puestos de relevancia de la formación. Eso sí, se mantiene el principio de “evitar” la acumulación de años, si bien con el matiz de hacer excepciones para aprovechar la experiencia de los dirigentes nacionalistas.

La nueva dirección que comandará el BNG es continuista. Ana Pontón figura como número uno y sitúa en el dos al diputado autonómico Luís Bará. Les siguen --por este orden-- Xabier Campos, Rubén Cela, Carme da Silva, Olaia Ledo, Bieito Lobeira, Lucía López, Manuel Lourenzo, Breixo Lousada, Ana Miranda, Lois Pérez, Montse Prado, Noa Presas, Néstor Rego, Xosé Luís Rivas ‘Mini’, Olalla Rodil, Goretti Sanmartín y Eva Villaverde. Es una lista compuesta por nueve hombres y diez mujeres en la que solo se dan cuatro cambios: Susana Camba, Duli Diniz, Xosé Manuel Marcote y Xosé Emilio Vicente, que dan paso a Lucía López, Breixo Lousada, Lois Pérez y Manuel Lourenzo.