"Aquí los niños se crían mejor que en cualquier otra ciudad". Es lo que opina una vecina de Muros, a lo que otro habitante de la localidad coruñesa añade: "Pueden disfrutar de la naturaleza, el mar, el bosque...". Son algunos de las reacciones -las más calmadas- a pie de calle que han tenido los habitantes de esta localidad costera, donde la indignación va 'in crescendo' desde que una jueza de Marbella decidiera arrebatarle la custodia de su hijo a una madre, que reside en este municipio costero gallego, por vivir, según reza el auto, en la "Galicia profunda".

La magistrada decidió concederle la guarda del bebé al padre, vecino de la localidad malagueña, al considerar que su ciudad está llena de virtudes: "cosmopolita", "un buen hospital", "infraestructuras", "colegios públicos y privados", "múltiples posibilidades para crecer en un ambiente feliz"...

En cuanto a Muros, el auto incide en que la gallega es una "pequeñísima población", "lejos de todo" y "sin opciones laborales".

El caso llegó hasta el Parlamento gallego donde los nacionalistas, a través de Ana Pontón, exigieron que la Xunta "actúe" frente a esta sentencia, y han trasladado "todo el apoyo" a esta madre a la que le han dicho que su localidad "no es un lugar apropiado" para criar a su hijo, una sentencia que ven llena "de prejuicios" y que rechazan de plano.

Las redes sociales también reaccionaron a este auto, que para los vecinos del concello coruñés supone un desprecio al mundo rural: "Estamos enfadadísimos hasta decir basta; superindignados", declaró, muy molesta, una muradana. La alusión de la jueza a su pueblo como "la Galicia profunda" obtenía esta respuesta de otra vecina: "Bueno, profundo es el amor que nosotros tenemos por nuestra tierra, eso sí es verdad".

Por su parte, la abogada de la madre considera parcial y discriminatoria la sentencia, por lo que ha presentado una queja ante el comité disciplinario del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).