La reforma docente es un tema pendiente: desde el acceso a los grados universitarios para ser maestro/a, los másteres de profesorado, el periodo de prácticas en centros educativos una vez terminada la carrera (que algunos llaman un posible MIR Educativo) y también la actualización de la carrera docente tras años de dedicación a esta profesión. La Asociación Nacional de Estudiantes de Educación y Formación del Profesorado (CESED) da un paso adelante con una propuesta de cambios que, según los estudiantes y futuros docentes, habría que aplicar para que las aulas se preparen para el mundo que viene. Pruebas para medir la “aptitud personal” para acceder a las carreras de Educación y refrescar contenidos en dichos grados (incluyendo Educación emocional o afectivo sexual en la formación de los futuros docentes) son algunas de las ideas de CESED. Una vez terminada la carrera para ser docente, los estudiantes proponen dos años de prácticas en centros educativos, una medida a la que algunos han llamado en los últimos debates sobre este tema el posible MIR docente, si bien es muy diferente al periodo de formación y especialización de los facultativos.
“Queremos proponer un cambio rotundo en la formación del profesorado, lo que conlleva necesariamente un cambio en las propias universidades”, expresan desde CESED, cuya presidencia ostenta el gallego David Álvarez Caneda. Para proceder a los cambios dejan claro que será necesario el consenso de los agentes sociales: “instituciones, asociaciones y organizaciones”. “Planteamos establecer un filtro en la entrada del estudiantado (a los grados de Educación) con el fin de evaluar la motivación y las competencias sociales. Algo similar a lo que ya se está haciendo en Cataluña”, apuntan. Ya en las carreras, incluir contenidos relacionados con: “educación afectivo-sexual, emocional, necesidades específicas de apoyo educativo y primeros auxilios, además de unificar la Formación Básica en los grados de Educación”. Terminado el Grado en Educación o el Máster de Profesorado: dos años de formación en un centro educativo. Para la asignación del centro: pesaría un 70% el expediente del grado y un 30% el currículum vitae (experiencia, otros estudios, idiomas o publicaciones).