La Xunta trasladó al Ministerio de Sanidad veinte propuestas para flexibilizar la acreditación de unidades docentes de medicina familiar y “mejorar” el programa formativo. Entre otras, insta a rebajar criterios para acreditarse, más tiempo de formación de los residentes en atención primaria o en que vayan adquiriendo autonomía de modo que en el cuarto año de formación puedan hacerse cargo de una consulta.