Los cinco barones socialistas convocados el próximo 2 de noviembre a una reunión sobre financiación autonómica en Santiago de Compostela, junto a los presidentes populares de Galicia y Castilla y León y el cántabro Miguel Ángel Revilla, han acordado finalmente acudir a este encuentro, pero hacerlo con una postura de partido consensuada, según informa “El Periódico de España”, del mismo grupo editorial que FARO. Ésta es la solución interna que se ha arbitrado tras las quejas del Gobierno a la presencia de sus dirigentes en este foro, que Alberto Núñez Feijóo anunció entre intensas críticas a Pedro Sánchez y a Cataluña, y su malestar por la organización de las comunidades en grupos de presión. Andalucía, la Comunidad Valenciana, Baleares, por un lado, Castilla-La Mancha, Asturias, Cantabria, Aragón, Galicia, La Rioja, Castilla y León y Extremadura por otro.

Precisamente será este presidente, Guillermo Fernández Vara, del grupo de la España despoblada, nuevo responsable de Política Autonómica del PSOE, quien llamará a Feijóo en las próximas horas para plantear un aplazamiento de la cita en Santiago. Los barones entienden el enfado del Ejecutivo por el modo en que se anunció esta convocatoria y por el encuentro hace unos días de Juanma Moreno y Ximo Puig pero ven difícil dar marcha atrás, una vez que habían confirmado su presencia. De hecho uno de ellos comentaba a este diario que a él le resultaba imposible justificar ahora que no va sólo porque “lo dice Ferraz”. Y aducía, además, que en su autonomía se ven con absoluta normalidad los encuentros con otras comunidades, con problemas parecidos, aunque estén gobernadas por el PP.

La realidad, recuerdan varios dirigentes, es que se trata de una reunión que ya se ha celebrado dos veces anteriormente, en León y en Zaragoza, en 2017 y en 2018, en la primera ocasión cuando aún gobernaba Mariano Rajoy. Y como la última fue en territorio socialista ahora tocaba PP y Feijóo ofreció Santiago de Compostela, explican.

El presidente de la Xunta anunció esta cumbre durante el Debate del Estado de la Autonomía donde aprovechó para cargar con dureza contra el Gobierno al considerar que no será un árbitro imparcial en el diseño del nuevo modelo de financiación autonómica y alertar de posibles privilegios a Cataluña.

Sus palabras cayeron como un jarro de agua fría en el PSOE lo que provocó que la presidenta de la Rioja, Concha Andreu, se apease inmediatamente de la cumbre mientras sus homólogos de Castilla-La Mancha y Extremadura amenazaban con no acudir a ese encuentro si se convertía en un “frente” contra el Gobierno central. De hecho, Moncloa ordenó a sus barones que no acudieran al foro de financiación autonómica tras las críticas de Feijóo. El Gobierno central desconfía de encuentros como el que ya organizaron el valenciano Ximo Puig y el andaluz Juanma Moreno, y también del previsto en Santiago para noviembre.

El presidente de Castilla-La Mancha, sin embargo, niega que hayan recibido instrucciones para boicotear la cumbre. “Ni recibimos ni se admiten consignas de Ferraz”, recalcó.

Sobre el aplazamiento de la cumbre, Page remarcó que “la fecha es lo de menos” y que lo importante es que continúe el “foro” entre presidentes de PP y PSOE que defienden el mismo criterio en la financiación. “Tenemos muy claro el Estado de las autonomías, un partido que se llama federal asume claramente que tiene que defender las posiciones de cada territorio”, aseveró.

Por su parte, el presidente extremeño señaló ayer que lo que él quiere es que haya una posición común de los barones socialistas con la financiación autonómica, si bien indicó que cuando se reúna con presidentes del PP lo hará como “frente institucional” y con los del PSOE será “de partido”.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que participa en otro frente con Andalucía para defender sus intereses comunes en materia de financiación autonómica, defendió ayer el “diálogo” y negó que los encuentros entre presidentes generen “frentismo”. También la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, avaló estas reuniones, que considera “muy positivas”. “Las ausencias tienen más que ver con obedecer a Pedro Sánchez que con defender los intereses de los españoles”, añadió.