Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA AUTONOMÍA

Pontón pide un estatus político de nación frente a la “Galicia pequeña” de Feijóo

Lanza un decálogo con las recetas clásicas de su formación para la recuperación, como la tarifa eléctrica propia | Acusa a la Xunta de tratar la comunidad como “satélite de Madrid”

Ana Pontón, ayer, en el Parlamento. | // X. Á.

“Quizás en 2024 también aspira a cruzar una de esas puertas giratorias”, insinuó Pontón sobre el futuro de Feijóo ante las próximas elecciones autonómicas dentro de tres años. Antes, ella misma deberá desvelar su futuro y el PSdeG decidir si mantiene líder o cambia de capitán.

Hace dos años, Ana Pontón afrontó el debate sobre política general de Galicia al fondo de la bancada de la oposición, con un BNG con apenas seis escaños y en un momento de iniciática implosión del rupturismo de En Marea-Podemos-Anova. Ayer, subió al estrado como aclamada líder de un Bloque que vive su mejor momento con 19 escaños en un Parlamento que el año pasado volvió a 1997 y a una composición de tres formaciones clásicas. En ese contexto, la dirigente se ciñó a la ortodoxia de la oratoria: criticó las políticas de la Xunta de un Feijóo que “hace Galicia más pequeña”, planteó un decálogo de propuestas que parecía su discurso de investidura como futura presidenta y finalizó enterrando aquella desdeñosa definición de Manuel Fraga sobre los frentistas (“Os do non”) por una apelación al optimismo. Y también recuperó las clásicas demandas de su formación, como exigir un nuevo estatus político para Galicia: el de nación en un momento de diálogo para reconducir la situación de Cataluña y su encaje institucional.

No solo quiere el Bloque solicitar todas las transferencias competenciales pendientes tras 12 años de presidencia de Feijóo sin sumar una, sino también “activar una ponencia en el Parlamento para poner sobre la mesa un nuevo estatus político que nos reconozca como lo que somos: una nación, donde las decisiones relevantes estén en manos de la ciudadanía gallega”. Rechazó que Feijóo trate la comunidad “como un satélite de Madrid”.

Ese planteamiento ilustró la intervención de Pontón en el primer debate sobre política general tras la irrupción del COVID-19 que ha cambiado la sociedad contemporánea: rescatar recetas clásicas para tiempos nuevos.

Pontón mostró su experiencia parlamentaria de casi dos décadas en O Hórreo manejando un discurso estructurado en el que planteó dos ejes básicos. Las propuestas, a pesar de que ha sometido su futuro a un período de reflexión interna, y las críticas. En todo caso, nadie en el BNG cree que vaya a dejar tirado un proyecto en el que milita desde su juventud.

Arrancó Pontón con los ataques a la gestión del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sobre la pandemia, con un dardo acerca de los datos que este blandió para defender que el menor impacto del COVID en Galicia derivó de sus respuestas políticas. “Resulta doloroso que venga a esta Cámara a presumir de cifra de fallecimientos por la pandemia en Galicia. También causa vergüenza ajena que utilice este debate para atribuirse un mérito que no le corresponde”, espetó antes de retomar los clásicos ataques a Feijóo, que resumió en una sentencia: “Hace Galicia más pequeña”.

¿Cómo? Plegándose, en su opinión, a los intereses de los lobbies empresariales, ocultando sus responsabilidades y recortando servicios públicos. “En 12 años no construyó ninguna residencia de mayores pública”, le afeó.

A la hora de las propuestas para construir Galicia “en grande”, Pontón retomó la necesidad de inyectar 200 millones de euros en un plan de mejora de la Atención Primaria y una retahíla de propuestas ya conocidas y rechazadas por el PP en los últimos años: un concierto económico propio como el que tienen Navarra y Euskadi, una tarifa eléctrica propia que compense a Galicia por su condición de excedentaria en energía y una banca pública, que catalogó de Instituto Galego de Crédito.

Añadió matices, como proponer una comisión de estudio para el nuevo modelo de financiación autonómica y un plan para fomentar la industria, elevando su peso al 25% del PIB en 2030, así como el rescate de la AP-9 para suprimir los peajes.

También reclamó establecer un modelo de residencias de mayores públicas, una ley contra el cambio climático, una defensa de la igualdad y de la lengua derogando el decreto del plurilingüismo y poner fin a un uso “vampirizado” de los medios de comunicación públicos, en los que existe una protesta desde hace 177 semanas contra la manipulación.

“Está entre el servilismo a Casado y la confrontación con Sánchez”

El discurso de aire presidencialista de Pontón no escatimó en descalificaciones hacia Feijóo, al que acusó de moverse “entre la sumisión y el servilismo a Casado [presidente del PP] y la confrontación estéril con el Gobierno de Sánchez, utilizando Galicia como arma partidista a favor de los intereses del PP y de los lobbies económicos amigos del PP”. En esa frase condensó la nacionalista unos ataques que luego coronó definiendo al PP actual como el partido “más ultra de la historia”. Para rebatir esa afirmación, retó a Feijóo a fijar un cordón sanitario contra Vox. El popular Pedro Puy replicó con la esperada referencia a las alianzas del BNG con Bildu o ERC. La sesión también debía servir de termómetro de la alternativa a Feijóo, con una Pontón en su mejor momento y un Caballero que afronta en dos semanas las primarias internas del PSdeG. Ahí, Pontón aprovechó para marcar también distancias con el partido con el que su formación gobierna decenas de concellos y tres diputaciones. Lo hizo a propósito de las “puertas giratorias” de las eléctricas o firmas como Ence, de las que cobran 24 exministros, expresidentes del Gobierno y exconselleiros de la Xunta que citó. Todos militan o militaron en PP o PSdeG.

Compartir el artículo

stats