El portavoz parlamentario del PSdeG, Gonzalo Caballero, criticó a Feijóo en el debate del estado de la autonomía por “practicar la política de la confrontación con España y el escapismo para tapar sus errores” y también le afeó carecer de un plan para la era post-COVID y presentar ante el hemiciclo un “modelo deslabazado” para la recuperación de la crisis”. Gonzalo Caballero aseguró en varias ocasiones que el presidente de la Xunta actúa como “líder de la oposición al Gobierno central” o “Pablo Casado bis, en sede parlamentaria gallega”. Tras el anuncio del presidente autonómico de una bajada de impuestos, el líder de los socialistas le recriminó falta de concreción. “Viene a decir que bajará los impuestos porque el Estado pone el dinero sobre la mesa”, sugirió, “él invita pero quien paga es el Gobierno central”. Se referiría Gonzalo Caballero a renglón seguido a la mayor disponibilidad de fondos europeos “y un nuevo paradigma en España que lo está permitiendo”. Recordó luego que los Presupuestos Generales del Estado contemplan un crecimiento de casi el 30% en Galicia en 2022. Sin embargo, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy le respondería luego: “Decir que está haciendo caja con la pandemia no solo es incorrecto, sino que resulta sospechoso”.
Gonzalo Caballero, que llega a este debate como tercera fuerza de la oposición, tras el sorpasso del BNG en las últimas elecciones autonómicas e inmerso en unas primarias con Valentín González Formoso –en las que trata de retener el mando de los socialistas gallegos–, dirigió varias críticas a estrategias seguidas por la Xunta. Entre ellas, a la gestión de los fondos europeos. “Podemos convertir la recuperación de la crisis, con 1.100 millones de fondos Next Generation, en una oportunidad para todos”, indicó para luego criticar los resultados previos y la falta de una hoja de ruta. “En Galicia se dejan de ejecutar cuatro de cada diez euros en fondos europeos, según el Consello de Contas. Además de convertirse en el primer gobierno que tuvo que devolver 55 millones de euros de la PAC de los ganaderos”. A posteriori, el portavoz popular Pedro Puy replicaría: “Galicia es la quinta comunidad en ejecución de fondos, con 12 puntos sobre la media”. Comenzaba una guerra de datos.
“Ustedes se apoyan en las mayorías, pero tienen que trazar una hoja de ruta para Galicia: hay millones de familias que están esperando respuestas para el sector industrial, el rural…”, aconsejó Caballero. Luego, acusó a Feijóo de ser un “presidente soberbio que vive en una Arcadia feliz”, en vez de dar solución a los problemas de los gallegos, en relación a la crisis de Atención Primaria (“listas de espera estructural”) o a la no renovación de profesores de refuerzo este curso.
El portavoz de los socialistas, que hilvanó ante el Parlamento “un proyecto alternativo, progresista y de izquierdas”, avanzó ‘recetas’ para “sacar adelante a Galicia”. Como pilares de la “agenda de reactivación”, citó políticas expansivas, reforzar los servicios públicos, una reforma del Estatuto de Autonomía para adaptarlo a los nuevos tiempos, y políticas para vertebrar el país y lograr empleo. “Es un reto conveniente para Galicia cambiar el marco estatutario de 1981. Estamos llamados a hacerlo, lejos de cualquier tipo de independentismo para avanzar en el autogobierno”, defendió. “No queremos tener acuerdos con Bildu, pero tampoco con la ultraderecha de Vox con la que ustedes sí pactaron”, zanjó. En el análisis demográfico se produjo el enésimo choque con las propuestas del gobierno cuando Feijóo le recriminó al líder socialista no haber apoyado la Ley de impulso demográfico de Galicia.
Caballero y el presidente de la Xunta aludieron también en sendas intervenciones a la estrategia de vacunación contra el COVID –el reparto de dosis y quién las paga–, a la actuación del Gobierno central –Feijóo pidió rigor–, a la situación de ENCE o Meirama, o a la utilización y audiencias de la CRTVG.
