Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El bum turístico reduce los hogares gallegos con problemas para llegar a fin de mes

La mejora económica y la reactivación del sector hotelero y hostelero rebajan las dificultades de las familias

Un joven sale de un supermercado de Vigo tras realizar unas compras. | // ALBA VILLAR

A David lo han llamado constantemente desde el verano para trabajar en un restaurante muy popular de A Costa da Morte porque la afluencia ha sido constante y las jornadas esporádicas que iba a realizar se han ido convirtiendo en regulares. Mientras, en Santiago otro hostelero se queja de que no encuentra personal suficiente ante el aluvión de turistas que inundan la capital gallega. La comunidad fue en agosto la única de España que no solo recuperó los registros turísticos de viajeros y pernoctaciones previos a la pandemia, sino que superó las cifras de 2019. Ese bum, que permitió la salida de muchos trabajadores de ERTE, ha contribuido a mejorar la economía de miles de familias y a rebajar en 53.000 los hogares con problemas para llegar a fin de mes respecto al inicio del año, situándolo en el mejor dato de los últimos doce meses.

En estos momentos, y a pesar del repunte del desempleo de septiembre, 572.500 familias de Galicia sufren dificultades para cuadrar sus números. De ellas, 515.700 padecen problemas moderados y 56.800, graves, según la última Enquisa conxuntural aos fogares elaborada por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

De acuerdo con sus datos, el 47,7% de hogares afronta el día a día con cierta holgura, el mayor porcentaje en un año, pues era del 48,1% al cierre del tercer trimestre del año pasado, bajó al 42,5% al concluir el año y en los dos primeros trimestres de este ejercicio el porcentaje se situó, respectivamente, en el 42,9% y el 44,1%.

La pandemia

Pese a la mejora, más de la mitad de la población (52,3%) alcanza el final de mes midiendo cada euro de gasto para no incurrir en números rojos. De hecho, la irrupción de la pandemia de COVID-19 truncó la racha iniciada a mediados de 2018, período en que el porcentaje de familias sin dificultades superaba el 50%. Se prolongó hasta el primer trimestre del año pasado. A mediados de marzo de ese ejercicio, el Gobierno decretó el estado de alarma y comenzó un confinamiento de tres meses.

El impacto del bum turístico es determinante en la reducción de la pobreza, como reconocen en Cáritas y otras organizaciones que luchan contra la exclusión. La pandemia hizo mella en un porcentaje de población que recibía gran parte de sus ingresos de las temporadas vacacionales, trabajando bien en hostelería, bien en alojamientos. La suspensión de la movilidad el año pasado afectó de manera especial a los ciudadanos con menor formación y empleos más dependientes del sector servicios.

Las estadísticas del IGE muestran una mejora general tras el verano en los indicadores que miden la incertidumbre económica de los hogares. Mejoran prácticamente todos los indicadores. El porcentaje de quienes prevén pagarse unas vacaciones, creció del 2% de marzo al 12,5%; el que quienes disponen de dinero para salir a cenar o ir al cine, del 24,3% al 50%; el de quienes pueden ahorrar, del 34,9% al 39,8%; el de quienes disponen de capacidad para permitirse un extra en alimentación, del 25% al 33%; y el de quienes pueden adquirir ropa o calzado, del 4,2% al 14,7%. El porcentaje de quienes cuentan con capacidad para enfrentarse a algún imprevisto o acometer “grandes compras” crece del 7,1% al 8,1%, si bien es la única cuestión que cae respecto al segundo trimestre del año, aunque apenas un 0,8%.

Las claves

1 Números rojos para 572.500 hogares

Al cierre de septiembre, 572.500 hogares gallegos tenían problemas para llegar a fin de mes. Es el 47,7%, el dato más bajo en un año, según el IGE.

2 Mejora de todos los indicadores

El verano ha permitido que la comunidad mejore en indicadores sobre la pobreza, como las familias que pueden permitirse un extra, unas vacaciones o comprar ropa y calzado.

3 Sector servicios, fundamental

ONG como Cáritas destacan que el repunte de hostelería y turismo es clave para familias que dependen de empleos estacionales.

Compartir el artículo

stats