El ‘caballo de Troya’ de las aseguradoras se llama “Delta V”. Una denominación tan jeroglífica para el público general, como perversa a los ojos de las asociaciones de víctimas de tráfico, que critican que se use esta fórmula –y no el informe médico del lesionado– en caso de accidentes de bajo impacto.
Si este índice, “Delta V”, muestra una velocidad igual o inferior a 6 km por hora en el impacto, sería causa de rechazo para el tratamiento médico y rehabilitador de los lesionados de cervicales. Es decir, se quedarían fuera de la cobertura del seguro.
La “Delta V” mide la velocidad con la que chocan los vehículos solo en función de los daños encontrados. Y, como el mítico artilugio usado contra los troyanos, el presidente de la Asociación nacional de abogados de víctimas de accidentes y responsabilidad civil “Anava- RC”, Manuel Castellanos, ve “muy peligroso,” introducir esta fórmula en una modificación del actual Convenio de Asistencia Sanitaria, tal y como proponen las aseguradoras.
“No existe ningún estudio científico que avale el umbral lesivo; no existe”, añade Castellanos. “No tiene por qué haber relación causa- efecto entre la velocidad a la que impacta el vehículo y los daños, porque no es una ciencia exacta y la jurisprudencia dice que son los médicos quienes los miden, no un perito”, avala.
¿Cómo afectaría la entrada en vigor de esta adenda en la accidentalidad en Galicia? Siete de cada diez de las víctimas de tráfico en Galicia que sufren una colisión por alcance se podrían quedar sin cobertura, aseguran letrados consultados.
“Se verán a perjudicados, de forma totalmente injusta la mayor parte de los lesionados por accidentes de tráfico de alcance: podríamos estar hablando del 78%, que quedarían fuera de cobertura”, explica la abogada de Pontevedra Marina Couselo.
“La mayor parte de los accidentes que tramitamos y me consta que en otros despachos especializados de Galicia también, en un porcentaje de entre el 70% y 80%, son colisiones a baja velocidad en las que se generan lesiones cervicales a los ocupantes del vehículo, por lo que, de aplicarse la modificación, muchas personas carecerían de cobertura sanitaria y no llegarían a ser indemnizadas por las lesiones sufridas en un accidente en el que no han tenido culpa alguna”, asegura.
“Si aprueban ese criterio, todo acabará en la sanidad pública y saturando los juzgados”
El despacho compostelano de Ariela Campos opina en la misma línea: “Los jueces hasta ahora consideran que, mientras haya informes médicos que corroboren que existe una lesión a causa de ese accidente, tiene que recibir indemnización”, alega. “De 153 siniestros que llevamos, 145 fueron por alcance, lo que quiere decir que muchos de ellos no serían indemnizados ni contarían con el proceso rehabilitador”, relata. Y las consecuencias no se harían esperar. Como en una espiral, afectarían a la sanidad pública. “Si aprueban ese criterio, todo acabará en la sanidad pública y saturando los juzgados”, prevé.
"El Delta V se calcula por un perito de la aseguradora y solo mide los daños de los vehículos. Mientras, la existencia de lesiones del accidente, es una cuestión médica"
"El Delta V es calculado por un perito designado por la aseguradora, para lo cual tiene en cuenta únicamente los daños que presentan los vehículos. Sin embargo, la existencia o no lesiones derivadas del accidente, es una cuestión médica, que no depende únicamente de los daños que presentan los vehículos afectados", sostiene el bufete de Marina Couselo ."Si se lleva a cabo el cambio de convenio de asistencia sanitaria, será una victoria más de las aseguradoras", añade.
“Hay unos 100.000 alcances traseros o laterales que producen latigazos cervicales. ¿El 78% de los lesionados no van a ser tratados porque la velocidad del vehículo se estima en una foto o con el presupuesto de la reparación?”, plantea Castellanos de nuevo.
Esa propuesta fue negociada por Unespa –la Unión española de entidades aseguradoras y reaseguradoras, que aúna a cerca de 200 compañías que facturan cada año 60.000 millones de euros– y el Consorcio de compensaciones de seguros (CCS), junto con las mayores asociaciones de clínicas privadas. Aunque aún no ha sido firmada, contemplaba entrar en vigor a principios de este mes. Tras paralizarse en junio, siguió adelante con la colaboración de la Dirección General de Seguros (DGS) y a través del CCS.
Las asociaciones “Anava -RC”, junto a Adevi y Adaviac han remitido ahora una carta a la Ministra de Justicia, la Ministra de Sanidad, la Fiscalía General del Estado, la Fiscalía Especial de Seguridad Vial, la DGS y el CCS llamando la atención de las consecuencias.
En el trasfondo de la polémica están los fraudes a las aseguradoras. Estas reclaman que recortando las posibles reclamaciones fraudulentas –en casos como el ‘latigazo cervical’– se aumentarían las indemnizaciones a grandes lesionados, entre otros. Y ya en el borrador de la Ley 35/2015, uno de los criterios que figuraba era el ‘biomecánico’, pero ofreció un gran debate y finalmente se eliminó esa referencia de la norma. Ahora reaparece, con “Delta V”.
