El Gobierno central ha remitido a las autonomías su propuesta con la nueva distribución horaria que se prevé aplicar el próximo curso para la etapa de Primaria (niños de seis a doce años). Se trata de una proposición de mínimos, pues las comunidades tienen autonomía para ampliar el número de clases que se dedica a cada materia, pero nunca para reducirlo.
Lo que ayer trasladó el Ministerio de Educación a las consejerías autonómicas es un cuadrante de horarios donde se reforzarán las asignaturas de Enseñanzas Artísticas, Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural, Matemáticas y Lengua y Literatura Castellana, que ganarán más presencia en las aulas a costa de reducir las horas de Religión.
90 horas menos de Religión
El recorte que el departamento de Pilar Alegría pretende aplicar a la asignatura religiosa es sustancial. Plantea quitarle 90 horas en toda la etapa educativa de Primaria, por lo que pasaría de 300 a 210. Y las materias reforzadas serían Arte (Plástica y Música), que sumaría 60 horas más en toda la etapa; Ciencias (15 horas), Matemáticas (10) y, ya en menor medida, Lengua Castellana (5).
De esta forma, para el Ministerio de Educación, la asignatura más importante será Lengua y Literatura Castellana, con 840 horas en toda la etapa de Primaria, de ahí que el incremento propuesto para el próximo curso, de solo 5 horas, sea apenas anecdótico. Le sigue Matemáticas (545 horas), Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural (480), Lengua Extranjera (365), Educación Artística (360) y Educación Física (300). Las últimas son Religión, con 210 horas, y Educación en Valores Cívicos y Éticos, con 50 horas, pues solo se da en un curso al final del ciclo.
Modulación autonómica
No obstante, la propuesta del Gobierno solo establece las horas mínimas que deben destinarse a estas materias en el conjunto de España, dado que el ministerio solo tiene competencia para distribuir el 50% del horario en las comunidades con lengua cooficial (como es el caso de Galicia) y el 60% en el resto de los territorios. Antes era cinco puntos porcentuales superior en los dos ámbitos, pero la Ley Celáa ha dado mayor autonomía a las comunidades.
Por tanto, los gobiernos autonómicos pueden ampliar las horas que se dedican a cada asignatura. Y dependerá, por tanto, de ellos dar más peso a la asignatura de Religión o dejarla como está, con una hora a la semana.
El Ministerio de Educación precisa que los nuevos cómputos de horas lectivas no se pueden comparar con las última ley educativa (Lomce), ya que esta dividía los contenidos en bloques, no en materias, por lo que ahora se hace la comparativa con la anterior Ley Orgánica de Educación (LOE).
Informe de evaluación
El texto remitido a las comunidades establece que cada alumno dispondrá al acabar la etapa de un informe sobre su evolución y las competencias desarrolladas para garantizar una transición con “las mayores garantías” a Secundaria. En cuarto curso de Primaria los centros evaluarán las competencias adquiridas por su alumnado y su resultado tendrá carácter informativo, formativo y orientador para los colegios, alumnos y familias.
Uno de los principios pedagógicos es que en todas las áreas se promoverá la igualdad entre hombres y mujeres, la educación para la paz, la educación para el consumo responsable y el desarrollo sostenible y la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual.
Pase a segundo de Bachillerato
Por otra parte, el Ministerio de Educación está barajando que la asignatura de Religión compute a efectos de pasar de 1º a 2º curso de Bachillerato y para la obtención del título de esta etapa educativa, si bien no se tendrá en cuenta para el acceso a la universidad ni en las convocatorias de becas y ayudas al estudio. Es una cuestión que aún no está cerrada y con la que está trabajando en la regulación de la enseñanza de Religión en el marco de desarrollo de la última ley educativa (Lomloe).