El grupo de trabajo para la ley de transferencia de la autopista AP-9 a Galicia, aprobada por unanimidad en la Cámara autonómica hace cuatro años, echó a andar en el Congreso de los Diputados, donde se debatirán las enmiendas al texto original. Pero lo que arrancó con consenso en el Parlamento gallego ha derivado ahora en una fuente de discrepancias entre PP, BNG y PSOE al llegar a Madrid por los distintos cambios en la redacción del texto original que promueven populares y socialistas.

El BNG recrimina a las otras dos formaciones que hayan presentado enmiendas a una redacción que era fruto del consenso de todas las fuerzas políticas con representación en Galicia y que puede suponer nuevos retrasos en el traspaso.

Mientras tanto, por un lado, el grupo socialista presentó una enmienda en la que se solicita que se transfiera a la Administración gallega únicamente la gestión de la autopista y no la titularidad de la infraestructura y, por otro, el grupo popular exige que el traspaso de la AP-9 se acompañe de los recursos necesarios para mantener durante todo el período concesional un sistema de bonificaciones que contribuya a paliar el impacto de los peajes en los usuarios.

En este sentido, tras la junta de portavoces en el Parlamento gallego, la nacionalista Olalla Rodil criticó las modificaciones al texto presentadas y destacó que el BNG es la “única fuerza que nos mantenemos fieles a la ley que salió de esta Cámara”.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy, censuró el cambio de postura de los socialistas que con su enmienda “se apartan profundamente de lo que pedía el PSOE en Galicia”.

Recriminó así que ahora los de Gonzalo Caballero respalden una transferencia “sin financiación para obras ni para una correcta explotación de la misma” mientras que los socialistas han facilitado el traspaso de otras infraestructuras a Cataluña y País Vasco sin dichos impedimentos.

Por ello, sostuvo, la petición del PP se limita a que se haga con Galicia lo mismo que con el País Vasco y con Cataluña porque “llama poderosamente la atención” la fórmula diferente de tratar la transferencia de la AP-9.

Puy incidió así en fijar los “medios personales y económicos” que acompañarán el traspaso de la autopista puesto que cuando estas cuestiones no se cierran bien se dificulta la efectividad de la transferencia como evidencia que existen muchas competencias cuyo traspaso fue aprobado pero que se “siguen sin materializar porque hay discrepancias sobre el coste real”.

Frente a ello, el viceportavoz socialista en el pazo de O Hórreo Pablo Arangüena puso en valor que el Gobierno de Pedro Sánchez “dio respuesta” a la rebaja de los peajes que era la demanda más urgente por parte de los gallegos después de que Mariano Rajoy no hiciese nada al respecto en siete años ni tampoco, cuando estaba en el Gobierno, accediera a transferir a la comunidad la Autopista del Atlántico.

En todo caso, ante la existencia de la enmienda que abre la puerta a que el Estado retenga la titularidad de la infraestructura, el socialista remarcó que se abre ahora un período de negociación con la posibilidad de “llegar a acuerdos” en el seno del grupo de trabajo.