La visita a Galicia de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, culminó con una reunión “cordial y constructiva” con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la que abordaron los retos y los problemas de la comunidad y la oportunidad que suponen los fondos europeos Next Generation para dar oxígeno al sector productivo y revitalizar la economía. Galicia elaboró más un centenar de proyectos que pretenden movilizar 9.500 millones de euros. Quizás demasiados planes. Por eso, la ministra pidió ayer a Feijóo que le haga una criba e identifique los “dos o tres proyectos” que la Xunta considere “prioritarios y emblemáticos” con el objetivo final de, en el conjunto de España, ordenarlos para asignar los fondos Next Generation y “desplegar las inversiones de la manera más eficiente posible”.
Esta misma petición está siendo trasladada, dijo Calviño, a los presidentes de todas las comunidades autónomas porque se quiere hacer un “mapa con todos los proyectos del país” y ordenarlos por transcendencia: si son de ámbito autonómico, si afectan a dos o tres comunidades o si son de dimensión nacional.
Varios proyectos por sector
Feijóo se comprometió a elaborar un documento con la selección de los proyectos que la Xunta entiende como “prioritarios y transcendentales”, pero no serán dos o tres como solicitó la vicepresidenta. El Ejecutivo gallego presentará varios de cada sector: automoción, forestal, agroalimentario, conservero, naval, aeronáutico, transformación digital...
La reunión duró dos horas y a la misma asistieron también el vicepresidente segundo de la Xunta y conselleiro de Economía, Francisco Conde, la conselleira de Traballo, María Jesús Lorenzana, el delegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones, y la directora de gabinete de la ministra.
15.000 empleos en el alero
Según fuentes del Ejecutivo gallego, la vicepresidenta básicamente escuchó el diagnóstico sobre la situación económica de Galicia del gobierno. Feijóo aprovechó para trasladarle su preocupación por la “crisis industrial” con el cierre de las centrales de As Pontes y Meirama, de Alu Ibérica o la posibilidad del cierre de la pastera Ence que ponen en riesgo más de 15.000 empleos. Por esta razón, demandó “sensibilidad” al Gobierno con Galicia en la asignación de los fondos europeos, dado que el futuro incierto de esas empresas está marcado por decisiones del Estado.
El presidente de la Xunta defendió un modelo de “cogobernanza” para estos fondos después de haber mostrado sus discrepancias con la distribución de los denominados fondos COVID en los que Galicia ha padecido una “infrafinanciación”. El objetivo del Gobierno autonómico es que “los fondos se distribuyan con el objetivo de modernizar la economía española, crear empleo estable y mejorar la productividad de España en su conjunto, sin partes y sin reparto” en la que unas comunidades se vean más beneficiadas que otras, enfatizó.
Exclusión financiera
Durante la reunión, Feijóo puso encima de la mesa la exclusión financiera, a lo que Calviño respondió instando a los bancos a que adopten medidas para frenar el creciente cierre de oficinas en municipios rurales. “Desde el Gobierno vamos a trabajar con el Banco de España para solicitar una recomendación específica para asegurar que toda la población gallega y española tiene acceso a una prestación de servicios imprescindible para desarrollar la vida desde un punto de vista personal y profesional”, dijo.
Feijóo también le demandó al Gobierno central que amplíe hasta 2023 los incentivos fiscales para los patrocinadores del Xacobeo.
