Tres miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) resultaron heridos leves en el vuelco de una motobomba que participaba en las labores de extinción del incendio de Ribas de Sil, lo cual arrasa ya más de 1.500 hectáreas. El accidente se produjo en la noche entre el lunes y el martes en un camino forestal en las cercanías del incendio, donde la motobomba quedó volcada de lado, pero "sin mayores consecuencias" para sus ocupantes.

La última estimación de la Consellería de Medio sobre los fuegos sin control que afectan a los municipios de Ribas de Sil, Quiroga y A Pobra do Brollón es de más de 1.500 hectáreas (1.450 hectáreas del fuego de la parroquia homónima de Ribas de Sil y 140 hectáreas en la parroquia de Nogueira). Con todo, este departamento indica que "evoluciona favorablemente". No obstante, el incendio continúa en Situación 2, "una medida preventiva" declarada el lunes que se mantiene "por precaución" ante la cercanía de las lapas a las viviendas. "Es un incendio topográficamente complicado y con condiciones ambientales muy duras, pero está perimetrado y a punto de ser estabilizado", subrayó el director general de Defensa del Monte, Manuel Rodríguez.

Focos sin controlar

"Quedan focos por todas partes y en alguno de los extremos está sin controlar. Además, en muchos sitios hay posibilidades de que se reproduzca", confirmaba a Europa Press el alcalde de Ribas de Sil, Miguel Ángel Sotuela. El lunes el fuego estuvo muy próximo a la zona habitada de la parroquia de Roiros. El alcalde calcula que cerca de un centenar de personas se pudieron ver afectadas de forma directa, ya que además de los residentes en la zona, hay un restaurante. Además, fue necesario desalojar a un vecino del núcleo de Beirán, en la parroquia de Salcedo, en la Pobra do Brollón.

La Xunta, no obstante, confía en que el fuego se estabilice en unas horas. Según el director de Defensa del Monte, Manuel Rodríguez, "la situación ha mejorado muchísimo" y el "incendio está prácticamente estabilizado". De hecho, ha sido "perimetrado en toda su extensión" por parte de los medios de extinción, que siguen luchando contra el fuego por tierra y aire. Reconoce, en todo caso, que es "un incendio difícil", a causa de unas "condiciones topográficas muy complejas", unas "condiciones climáticas muy duras, con viento y humedad" y una "masa forestal adulta de coníferas". Todos esos condicionantes hicieron que el incendio "corriese ayer muy rápido" y se propagase con celeridad. Sin embargo, en este momento, está "a punto de quedar estabilizado"

El dispositivo de la Xunta se componen de 8 técnicos, 18 agentes, 64 brigadas, 24 motobombas, 5 palas, 8 aviones y 14 helicópteros, sumados a los medios que intenta apagar el fuego en otro incendio de menor entidad en la parroquia de Nogueira.