El bienestar de los ciudadanos depende tanto de los ingresos económicos como del coste de la vida en el lugar de residencia. Como resulta obvio, no es el mismo en todas partes. Es más, las diferencias son muy notables en función de la zona en que se viva, como ha plasmado el Banco de España en un estudio para comparar el precio de las cosas en distintos territorios del Estado, utilizando como unidad geográfica 80 áreas urbanas (ciudades con municipios cercanos que forman su entorno de influencia laboral) que agrupan al 68% de la población. El resultado muestra el muy dispar coste de la vida.
Por ejemplo, en las conurbaciones de Vigo-Pontevedra, Santiago y A Coruña es un 16% más barato que en Madrid y un 14% que en Barcelona. Pero la zona más barata sería el área urbana de Elda-Petrer (Alicante), donde los precios medios están un 31% por debajo de los de Madrid, ciudad que se toma como referencia porque es la más cara de España para vivir. Ourense, Lugo y Ferrol ocuparían puestos en el furgón de cola.
Para realizar el informe, los economistas Víctor Forte-Campos, Enrique Moral-Benito y Javier Quintana metieron en una coctelera ingredientes como el coste de la vivienda, el de la cesta de la compra (alimentos, bebidas, ropa, calzado...), facturas domésticas como la del gas o la electricidad, el precio de los combustibles, del transporte, de la enseñanza, la hostelería, el ocio, la cultura y los servicios sanitarios o el nivel salarial. La información pertenece al período 2004-2020 y falta la de País Vasco y Navarra debido a la ausencia de datos sobre sus precios del alquiler, lo que ha impedido poder hacer comparaciones homogéneas con el resto de las comunidades autónomas.
A Madrid, el Banco de España le asigna un 1 en el índice del coste de la vida por ser el área más cara y a partir de ahí se establece un ranking descendente en función que lo barato que resulten los precios en relación con la capital española. Si las diferencias son muy grandes se debe sobre todo al gasto en alquileres: es la partida con mayor peso sobre el coste total de la vida (un 25% de media) y en Madrid y Barcelona fue en 2020 un 82% mayor que en la media del resto de las áreas urbanas.
Tanto es así, que el nivel de los precios de Madrid y Barcelona en 2020 superaba en un 20% la media del resto de conurbaciones del país. Con 1.200 euros una familia de estas dos áreas compraría lo mismo que el resto con solo 1.000 euros. Porque el coste también guarda relación con el número de habitantes. Cuanto mayor sea la población, los servicios y bienes tienden a ser más caros.
Las áreas de Vigo-Pontevedra (con más de 500.000 habitantes) y de Santiago (con 145.000) ocupan los puestos 26º y 24º con un índice 0,839, por lo que el coste sería un 16% más barato que Madrid. El área de A Coruña (400.000) sería un pelín más barata, pues tiene un índice de 0,834. Las tres se moverían en los niveles de Oviedo-Gijón, Huelva, Toledo o Valencia.
Pero las áreas de Lugo, Ourense y Ferrol (con 380.000 habitantes entre las tres) figuran entre las zonas urbanas con menor coste de la vida de España. De hecho, Ferrol es la sexta más barata, con unos precios un 23% por debajo de los registrados en Madrid, mientras que en Lugo serían un 21% más baratos y en Ourense, un 20%, según los datos del informe del Banco de España.
