El impacto de la pandemia en las cuentas de los ayuntamientos gallegos comienza a plasmarse en las cifras. Las últimas aparecen en el balance de la liquidación de presupuestos que ha publicado el Ministerio de Hacienda. Y muestran el agujero que ha causado la crisis provocada por el coronavirus en la recaudación de impuestos directos e indirectos y las tasas. Solo el 22% de los concellos ingresó más por estas partidas en 2020 que un año antes. En 2019 había sido el 40% y en 2018, el 60%. O dicho de otra forma: dos de cada tres ayuntamientos de la comunidad redujeron su recaudación en el año de la pandemia.

Un total de 198 consistorios (de 313) recaudaron en 2020 menos que el ejercicio anterior por los diferentes impuestos que cobran. Por el contrario, solo 70 aumentaron los ingresos. Hay 45 que, con fecha de 30 de julio, aún no han presentado sus presupuestos de 2019 o 2020.

Cada año se reduce el número de concellos que reciben menos dinero por los impuestos que cobran. Si en 2018, los que recaudaron más que el año anterior superaron a los que ingresaron menos, en 2019 y 2020 fue al revés. En 2018, casi dos tercios (el 60%) percibieron más que el año anterior. En 2019, ese porcentaje se redujo al 40%.

De los 198 concellos que vieron mermada su recaudación el año pasado, 69 pertenecen a la provincia de A Coruña; 56 a la de Ourense; 39 a la de Lugo y 35 a la de Pontevedra.

Las ciudades

Las grandes ciudades lideran la clasificación de los ayuntamientos que más dinero obtuvieron por los impuestos que cobraron a sus habitantes durante el pasado año y también las que más cantidades dejaron de percibir. Solo Ferrol incremento la recaudación en 2,4 millones con respecto a 2019. El resto la redujo. A la cabeza se situó Lugo con 7,1 millones menos, seguida de A Coruña, con 5,3; Vigo, con 4,3 y Santiago, con 4,2. También aparecen en esta lista Pontevedra con 3 millones menos, y Ourense, con 640.000 euros.

Por su parte, entre los que más percibieron por los impuestos el año pasado con respecto a 2019 destacan, además de Ferrol, Oleiros (en A Coruña) con 1,8 millones y O Porriño (en Pontevedra) con 1 millón más.

Los impuestos son una parte muy importante de la financiación de los ayuntamientos. Según los datos de Hacienda, más de un tercio (en concreto, el 36%) de los ingresos de los municipios de la comunidad durante el pasado año procedieron de los impuestos directos e indirectos. Este porcentaje aumentó hasta el 53% si se suman las tasas.

Pese a todo, superávit

Pese a la caída en la recaudación, los concellos cerraron otro ejercicio presupuestario con superávit y ya van nueve años consecutivos en los que cuadran sus cuentas con más ingresos que gastos, con lo que se convierten en las administraciones, junto con las diputaciones, que más contribuyen a la senda de estabilidad financiera. Está por ver lo que ocurrirá en 2021 y el impacto de la pandemia.

Los concellos gallegos acabaron 2020 con un superávit de 89 millones, una cifra inferior a la registrada en 2019 (18 millones); 2018 (186); 2017 (210) y 2016 (165). La merma en la recaudación de impuestos explica esta rebaja, aunque no entraron en números rojos porque también redujeron los gastos en un 7,3%. Los ingresos fueron un 10% menos el año pasado.

También debido a la caída de la recaudación por los impuestos, se mantuvo, con un ligero recorte, el número de ayuntamientos gallegos que cerró sus presupuestos de 2020 en negativo, es decir con más gastos que ingresos. Si en 2016 fueron 76; en 2017 sumaron 82, en 2018 alcanzaron los 63 y en 2019 llegaron hasta los 99. El año pasado se redujeron hasta los 91. Es decir, casi un tercio del total.

EL COVID ROMPE 13 AÑOS AL ALZA EN LOS INGRESOS


Cada año, los ayuntamientos deben enviar a Hacienda una previsión de lo que van a ingresar y gastar ese año. Para 2021, los concellos gallegos prevén recaudar por los impuestos y tasas 1.397 millones. Sería la cifra más alta de la historia. Y pronostican alcanzar esta cifra después de que en 2020, el año de la pandemia, se rompiese la racha de 13 ejercicios seguidos en los que no pararon de aumentar sus ingresos a través de los impuestos. El año pasado fueron 1.300 millones, 62 menos que un año antes.

La necesidad de sanear las cuentas y de hacer frente a los gastos llevó a los concellos a aumentar la presión fiscal durante los peores años de la crisis. Tributos como el IBI urbano crecieron y los ayuntamientos recaudaron más.

La situación de las cuatro diputaciones es diferente. El año pasado, pese a la pandemia del coronavirus, recaudaron 117 millones. Fueron 5 más que el ejercicio anterior y siguieron con el incremento de los últimos años. Por su parte, en el avance de los presupuestos que han enviado al Ministerio de Hacienda correspondiente a 2021 prevén que la recaudación caiga hasta los 114 millones