Un incendio que al cierre de esta edición continuaba activo y llevaba 90 hectáreas calcinadas en la comarca de Valdeorras, según las estimaciones ofrecidas por Medio Rural, movilizó rápidamente medios de extinción de diferentes distritos. El fuego se declaró de forma repentina en el concello de Rubiá pasados cinco minutos escasos de las seis de la tarde y era fácilmente identificable una hilera de llamas al principio del incendio.

Ante la longitud de la superficie que comenzaba a arder con rapidez, medios aéreos y terrestres se pusieron a trabajar intensamente para intentar controlar las llamas, cuya columna de humo se podía distinguir perfectamente a varios kilómetros de distancia.

Desde municipios como A Rúa o Manzaneda algunos testigos compartían imágenes de lo que prometía convertirse en una jornada negra para los montes ourensanos, un verano más. También desde el Bierzo –perteneciente a la provincia de León– algunos vecinos compartieron imágenes en las redes sociales del gran frente de humo que veían desde sus casas y enviaban ánimos a los profesionales que se enfrentaban a una noche de arduas labores de extinción en la que ya no contarían con la ayuda de los efectivos que trabajan desde el aire.

En el operativo participaron medios terrestres y aéreos, algunos de ellos llegados desde otros distritos de la provincia e incluso desde Zamora, lugar del que suelen enviar refuerzos para sofocar los fuegos más agresivos.