Tráfico habilita cada vez más medios para perseguir las conductas de riesgo al volante y así reducir las estadísticas de accidentalidad, que en Galicia dejan ya 44 víctimas mortales en lo que va de año –más de la mitad que en todo 2020, entonces fueron 70–. Ya no solo por tierra se ha reforzado la vigilancia con más radares, cámaras de control del uso del cinturón y del móvil, furgonetas y motos camufladas, sino que por aire al helicóptero provisto con radar que opera en Galicia se sumó este verano el primer dron que, salvo velocidad, persigue todas las conductas peligrosas en carretera. En total, más de 2.700 kilómetros de riesgo en la comunidad estarán bajo el control de la aeronave no tripulada, que tiene una autonomía de vuelo de 40 minutos, opera desde una altura de 120 metros y alcanza una velocidad de 80 kilómetros por hora.

El dispositivo, uno de los 39 que la DGT tiene desplegados por todo el territorio nacional –28 más que el año pasado–, se estrenó en la Galicia en la operación salida del pasado mes de julio. “Estará en tramos de carreteras de alto riesgo de accidentes y con mayor concentración de usuarios vulnerables –peatones, ciclistas y motoristas–”, detalló ayer el delegado del Gobierno, José Miñones, durante la presentación en Guntín (Lugo) de las características de este dron y la relevancia de su uso en pro de la seguridad vial.

Este dron es “la gran novedad” de la campaña de verano en el tráfico de la comunidad. Desde que comenzó el dispositivo especial de vigilancia de la temporada estival, el dispositivo ya persiguió desde el aire las infracciones al volante en la provincia de Pontevedra, en la actualidad opera en Lugo, seguirá en las carreteras de A Coruña y, en septiembre, vigilará las conductas de riesgo en la red viaria de Ourense.

Salvo la velocidad, ya que el dron no cuenta con radar, vigilará todas las conductas antirreglamentarias al volante. Desde conducciones temerarias, adelantamientos imprudentes, no respetar señales como un Stop o un Ceda, viajar sin cinturón de seguridad o usar el móvil mientras se conduce.

El balance del primer mes de operatividad del dispositivo en las carreteras gallegas coloca a la cabeza de infracciones el saltarse un stop (50%), seguido del uso del teléfono móvil (30%) y, finalmente, no utilizar el cinturón de seguridad (20%), según detalló el delegado del Gobierno aludiendo a los datos del día anterior a la presentación.

La meta, según apuntó Miñones, es “aportar seguridad” en las carreteras gallegas, que en lo que va de 2021 suman ya 44 fallecidos, ocho menos que el mismo periodo del año prepandemia pero un 20% más que los 35 contabilizados a estas fechas en 2020. Ante unos datos que calificó como “preocupantes”, las autoridades apelaron a la prudencia al tiempo que insistieron en el mensaje de “tolerancia cero” con las infracciones viarias.

Este verano, en las carreteras gallegas habrá desplegados 600 agentes de la Guardia Civil, 32 cámaras para controlar el uso del cinturón y el móvil, 270 radares fijos, móviles y de tramo, un helicóptero, un dron y tanto motos como furgonetas camufladas.