Padres de alumnos y sindicatos habían alertado ya de una reducción en el cuadro de profesores para el próximo curso. La Xunta hasta ahora no había admitido estos recortes pero ayer el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, aclaró que sí habrá “ajustes” en las plantillas tras “el esfuerzo extraordinario” que se hizo en el actual curso marcado por el COVID. Por un lado, según señaló, habrá que adaptar el número de docentes a “una situación más ordinaria” y, por otro se debe tener en cuenta la demografía con 4.000 alumnos menos en Infantil y Primaria.

Durante el pasado curso los protocolos sanitarios impuestos por el COVID obligaron a desdoblar aulas y se contrataron 2.300 profesores de refuerzo. De cara al periodo académico 2021-2022 aún no se han cerrado a nivel nacional las medidas que deben cumplir los centros educativos para evitar contagios en las aulas, pero Gobierno y comunidades pactaron ya unos requisitos mínimos que consisten en reducir la distancia de seguridad entre pupitres de 1,5 metros a 1,2 metros.

A pesar de ello, hay comunidades que han decidido mantener el refuerzo de profesorado para el próximo curso. El propio Gobierno reclamó a la Xunta que no prescindiese de estos docentes.

Sin embargo, tras una encuesta a varios centros educativos, la CIG denunció el recorte de más de 400 plazas de profesorado en Secundaria. Aseguró que la plantilla sería incluso un 4% inferior a la que había en el curso anterior a la pandemia. La Confederación de Ampas Galegas lamentó ayer que la Xunta se “crea propietaria de la enseñanza” y tome decisiones sobre el profesorado “sin estudios ni evaluaciones de las posibles consecuencias”. “Solo quieren es reducir gastos”, lamentó su presidente Fernando Lacaci.

El conselleiro explica que la Xunta pondrá “todos los profesores que sean necesarios para garantizar los protocolos sanitarios y la calidad educativa”, pero admite que habrá “ajustes”. “Con una perspectiva de racionalización hay que plantear nuevos ajustes en estas fechas siempre acordes con las ratios”, señaló. Eso sí, garantizó que no habrá menos docentes que en el curso prepandemia.

Una de cada diez plazas en las oposiciones a docente quedaron desiertas


Las oposiciones a docente han dejado un 10 por ciento de plazas desiertas al no conseguir los aspirantes superar los exámenes. Según los datos de la Consellería de Educación, de las 2.276 plazas convocadas de nuevo ingreso se han cubierto 2.027, es decir hubo 249 que quedaron vacantes. Hay, en concreto, nueve especialidades que han dejado desiertos la mitad de los puestos que se ofertaban en las oposiciones. Se trata de profesores técnicos en varias ramas de FP. Educación garantiza, en todo caso, que se cubrirán estas plazas mediante interinos y sustitutos. Desde la CIG piden “una reflexión” sobre las razones por las que estos puestos no se han cubierto en las oposiciones. “Muchos compañeros llevan desempeñando favorablemente su puesto de trabajo durante más de una década y, sin embargo, no pudieron superar el proceso selectivo e, incluso en algunos casos, suspendieron la segunda parte de la oposición que es la que tiene una mayor relación con la aptitud pedagógica”, explican desde el sindicato. Peor es lo ocurrido con las plazas convocadas para promoción interna. En este caso la cifra de plazas desiertas se eleva al 80 por ciento, “mayoritariamente por la ausencia de personas aspirantes”, según señala la CIG.