Tres de cada diez casas gallegas no tienen ningún ocupante de forma permanente. Galicia dispone de 337.000 viviendas vacías cuyo valor catastral supera los 12.500 millones de euros. Muchas son segundas residencias, pero otras se han quedado sin uso y representan el 30% del total de los pisos y casas de los que dispone la comunidad –que asciende a 1,057.736– , según acaba de detallar la Agencia Tributaria con datos de los contribuyentes gallegos: “Hay viviendas con valor catastral consignado que están radicadas en Galicia y que no son viviendas habituales, ni están alquiladas”, detallan. De ellas, prácticamente la mitad (574.912 casas) se declaran como vivienda habitual y 145.888 como arrendadas.
En lo que respecta a viviendas vacías, A Coruña lidera el ranking provincial con 127.302 inmuebles, cuyo valor catastral asciende a más de 5.300 millones de euros. Está seguida de Pontevedra, con 90.924 viviendas sin ningún ocupante, cuyo importe asciende a 3.670 millones. Después se encontrarían la provincia de Lugo, con 61.145 casas vacías cuyo valor se eleva a 1.682 millones de euros y Ourense que, con un parque inmobiliario de 57.565 viviendas sin ocupantes, cuenta con un valor catastral de 1.751 euros, con datos de declarantes de 2019.
El programa de “Vivendas Baleiras” creado en Galicia fruto de un convenio entre el Instituto Galego de Vivenda e Solo y la Fegamp no ha dado muchos resultados a casi cinco años vista. Este plan destinado a poner viviendas vacías en el mercado de alquiler contó con la adhesión de solo 75 ayuntamientos –17 en la provincia de Pontevedra y 23 en la de A Coruña, aproximadamente– que en total ofrecen 25 pisos y de los cuales 14 están adjudicados. Cifras muy distantes de la previsión inicial de sumar unos 600 inmuebles.
Ante esta situación, el Gobierno gallego –de la mano de los administradores de fincas y de los agentes de la propiedad inmobiliaria– trabajó en una reformulación del plan, cuya novedad principal radica en que sería el Instituto Galego da Vivenda e Solo el que gestionaría directamente este programa, en colaboración con los administradores y los agentes.
En junio de 2016, cuando la Xunta lo puso en marcha, nació en colaboración con los ayuntamientos. El objetivo era crear una bolsa con inmuebles para destinarlos a familias con pocos recursos. Pero la iniciativa se ha revelado ineficaz porque casi cinco años después tan solo 25 viviendas se han incorporado a este plan. Y eso, a pesar de las facilidades: “El Gobierno gallego asume el seguro de impagos, el seguro multirriesgo del hogar y la asistencia jurídica y las ayudas de rehabilitación y mejora de las viviendas adheridas ( Rehaluga), en caso de que estos necesiten una reforma antes de ponerlos en el mercado”, detallan desde la Consellería de Medio Ambiente.
El programa se ideó con el fin de movilizar viviendas vacías allí donde son más necesarias, es decir, en los grandes ayuntamientos gallegos. Pero los concellos más grandes, singularmente las ciudades, no se involucraron lo suficiente. “
"De las siete grandes ciudades, solo dos (Santiago y Ourense) están dentro del programa, lo que hace imposible que funcione en aquellas en las que no está implantado”, explican"
La medida nació de un convenio con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), de forma que son los ayuntamientos los que deben incorporarse al programa y adherir al mismo las viviendas vacías –tanto de titularidad privada como pública–, de que dispongan en sus respectivos términos municipales para posteriormente adjudicarlas a las familias con un alquiler de precio reducido.
A la vista el Plan estatal de vivenda 2022- 2025 que contemplará un programa específico
A la complejidad de la gestión del parque inmobiliario vacío se suman algunas novedades estratégicas: el nuevo Plan estatal de la vivienda 2022-2025 recoge la creación de un programa de viviendas vacías. Así, fuentes consultadas en la Xunta explican que “es prudente esperar a que el Estado concrete ese programa, para evitar poner en marcha una nueva iniciativa autonómica y tener que introducir cambios en los meses siguientes”. En opinión de los responsables autonómicos, el programa que propone el Estado es mucho más complejo en su gestión y no recoge incentivos y garantías a los propietarios, como los seguros de impago y multirriesgo del hogar, que la Xunta sí ofrece ahora y de forma gratuita.
