Alberto Núñez Feijoo ha revalidado hoy por quinta vez su liderazgo al frente del PPdeG. Y lo hace "con más ganas y más ilusión" que la primera vez que tomó las riendas del partido. El presidente popular instó a los suyos a trabajar por ampliar el respaldo electoral y no perder el tiempo en "adelantar debates que no llegaron". Feijóo seguirá al frente del PPdeG sin que nadie le haga sombra y sin ninguna señal de que su relevo esté cerca. "Quedo a disposición de mi partido, de la militancia y de Galicia sin condiciones y sin más límites que mi forma de entender la política que, por otro lado, no ha variado".

De entrada el también presidente de la Xunta, que de momento no ha aclarado si repete como candidato en 2024, prometió que "seguirá hasta el final de la pandemia". Reclamó "sentidiño" y proclamó que "antes que las ansias de libertad, hay que vivir" y, por eso, abogó por gestionar con "responsabilidad" la crisis sanitaria. Lo dijo ante los barones del partido, entre ellos la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, a la que volvió a elogiar: "es un balón de oxígeno, de aire limpio". Según señaló, aunque otros partidos "quieren enfrentarlos" en el PP "caben distintas sensibilidades y se respetan".

Feijóo advirtió que él "no es un político de moda". "Aunque hay colores deslumbrantes, yo me siento más cómodo siendo un fondo de armario", se definió.

En su proclamación estuvo acompañado del presidente del PP, Pablo Casado, que alabó la "buena gestión" de Feijóo. "En Galicia hacéis política de aldea, mirando a los ojos a los vecinos", ensalzó. El líder nacional cree que "con un partido fuerte e imbatible" serán alternativa de Gobierno en España y lo hará basándose en dos pilares: "España y libertad".

Casado propuso al Gobierno sentarse a negociar ya una ley de pandemias y crear una autoridad independiente para la gestión de fondos europeos. Además negó que los populares estén bloqueando la renovación de las instituciones del Estado. "Nos sentaremos a hablar cuando Sánchez deje de politizarlas y atacarlas", advirtió.

Tanto Feijóo como Casado reconocieron el papel de Mariano Rajoy en el partido. El expresidente, por su parte, proclamó que en España "hay una alternativa sensata" que es la que representa Casado. Por el contrario criticó "las patadas al diccionario" del Consejo de Ministros con palabras como "todes" o "hijes". Además advirtió que "la receta de más gasto no saca a nadie de ninguna crisis" y que "sería un error generar falsas expectativas sobre un referendum" en Cataluña.