No hay futuro sin conocimiento y la Universidad de Vigo reivindica su papel como generadora de investigación e innovación para contribuir a la recuperación económica y social tras la pandemia. FARO reúne en su mesa de debate “Reinventar Galicia” a la exsecretaria de Estado de Economía y profesora , Irene Garrido, y a los vicerrectores José María Martín Moreno y Belén Rubio en una charla moderada por el catedrático Santiago Lago para abordar el contexto económico actual, así como las fortalezas y retos de la educación superior y el I+D. Todos coinciden en que Galicia tiene razones para el optimismo, su economía no ha sufrido tanto como otras y en el primer trimestre creció por encima de la media española, y dispone de un sistema universitario capaz de ejercer un “papel tractor”.

Santiago Lago, Belén Rubio, Martín Moreno e Irene Garrido Ricardo Grobas

“La pandemia ha cambiado la perspectiva sobre el I+D y hay que aprovecharlo. Tenemos que mirar a todas las experiencias de éxito de transferencia desde la Universidad a las empresas y la administración. Tenemos capacidad para hacer las cosas muy bien, pero tiene que haber más iniciativas. Debemos ser más ambiciosos y remar juntos. Somos buenos y estamos por debajo de nuestras posibilidades como país sin ninguna duda”, sostiene convencido Lago.

Los fondos Next Generation constituyen una oportunidad de oro para aprovechar esa “capacidad transformadora”y la UVigo desarrolla investigación puntera no solo en biomedicina y tecnología, sino también en economía, lingüística, deporte o comunicación: “Todos los campos que necesita Galicia para hacer crecer su economía”.

Y para cumplir esta misión demanda más fondos que le permitan afrontar las cuestiones que a día de hoy urge resolver como son la burocracia, la caída de la matrícula por el declive poblacional, la jubilación de la plantilla y la necesidad de mecanismos que faciliten la transferencia.

ECONOMÍA

A pesar de que las perspectivas internacionales son “muy inciertas” y de que la crisis en España es “más intensa y persistente”, Irene Garrido ve “un hueco para el optimismo” y señala como elementos positivos el avance de la vacunación, el impulso del turismo en la primera quincena de junio y las previsiones de crecimiento del Gobierno y de los organismos internacionales, que la sitúan en torno al 6% en 2021 y en un 5,4% en 2022.

En todo caso, insiste en que la recuperación está siendo diferente en países y regiones, así como en cada uno de los sectores, en función de las políticas económicas desplegadas por los gobiernos. Y apunta a las “incertidumbres” existentes, además de la propia evolución de la pandemia, qué pasará con el ahorro acumulado por las familias o los fondos Next Generation, que deben ser “palanca” y generar riqueza para toda España.

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Garrido incide asimismo en las “enseñanzas para el futuro” que deben extraerse para futuras crisis como son la “rapidez y contundencia” con la que han reaccionado los organismos supranacionales como el FMI o el Banco Central Europeo evitando, por ejemplo, una caída de la actividad tres veces mayor. También la respuesta de Europa ha sido “contundente y coordinada” en la política económica, fiscal y financiera.

Santiago Lago, Belén Rubio, Martín Moreno e Irene Garrido Ricardo Grobas

“Otra lección que tenemos que aprender es que en un entorno global como el que vivimos la acción coordinada resulta obligatoria. Y la reflexión principal es lo importante que resulta mantener una situación económica equilibrada y resistente, porque los efectos que produce la crisis son diferentes”, subraya.

España cuenta con fortalezas que han mitigado sus efectos como un sector bancario saneado, un desapalancamiento de hogares y familias en los últimos diez años, añade, pero también con “la lacra del elevado déficit público estructural y una elevada deuda”. Todos estos elementos han condicionado que la “vulnerabilidad de la economía española haya aumentado como consecuencia de la crisis”.

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“Galicia, en términos generales, está en mejor situación. El PIB no ha variado en el primer trimestre, mientras en España se contrajo un 0,5%. Y tenemos ahí el Xacobeo”, apunta. Pero Garrido destaca especialmente la “capilaridad” de las ayudas diseñadas por la Xunta para llegar a todas las empresas y la “transmisión del conocimiento” para acceder a los Next Generation. Y en este sentido cita la creación de la comisión interdepartamental, la ley de simplificación administrativa o la sociedad para el desarrollo de proyectos estratégicos.

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“La Administración gallega está obsesionada con sumar sinergias e involucrar a todos los sectores y a los grandes investigadores de las universidades gallegas para sacar el máximo provecho y mejorar el tejido productivo. Galicia se postula con 32 proyectos, 21 públicos y 11 público-privados, para mejorar la movilidad sostenible, la cohesión territorial o la digitalización de la administración.

Todos ellos tratan de cubrir las necesidades de la comunidad con nuestras particularidades”, destaca Garrido, que califica de “muy buena noticia para Vigo y Galicia” que el proyecto de automoción liderado por Stellantis forma parte del proyecto estratégico de recuperación del Ministerio de Industria.

UNIVERSIDAD

El vicerrector José María Martín Moreno recalca que el conocimiento constituye la “palanca de cambio” del actual modelo económico de España y que la Universidad es un “pilar fundamental”. Por eso, demanda que desde Galicia y España se aprovechen los Next Generation con “eficiencia” para impulsar esta transformación y ser más resistentes frente a futuras crisis.

Y para que la universidad española ejerza su papel se necesita un aumento “drástico” de la financiación que permita “una formación de calidad y una investigación de frontera” y evite la fuga de alumnos hacia instituciones extranjeras cada vez más acusada. Galicia cuenta con un plan de 5 años –el nuevo se está negociando tras la prórroga del anterior hasta 2021 por la pandemia– que “da certezas y estabilidad” y que es la “envidia” de muchas comunidades. Pero la aportación del Gobierno al sistema español se redujo un 20% respecto a 2008 mientras la media europea es un 1% del PIB.

Santiago Lago, Belén Rubio, Martín Moreno e Irene Garrido Ricardo Grobas

Otros problemas comunes son la excesiva burocratización, que la UVigo combate desde hace unos años con una herramienta propia, y el declive demográfico, más acentuado en Galicia y que supondrá un considerable recorte de alumnos a partir de 2030. Hay que tener en cuenta que el 60% de la financiación que recibe la universidad llega por el número de estudiantes matriculados.

“Tenemos que aprovechar nuestras ventajas competitivas en cuanto al idioma en Portugal y Sudamérica. Ya tenemos la mejor plataforma digital de las universidades españoles. A raíz de la pandemia generamos un gemelo virtual y, gracias también al esfuerzo de PAS y PDI, no perdimos ni un solo día de docencia. Esto nos permite acceder a cualquier estudiante en cualquier lugar del mundo”, remarca.

El vicerrector de Economía también destaca “la buena salud financiera” de la UVigo y su apuesta por la captación de talento, cuya actividad “redundará en que las empresas sean más competitivas y, por último, en el bienestar de la sociedad”. Y respecto al debate para tener una mayor presencia en la ciudad olívica subraya que las universidades “son un elemento estratégico de desarrollo local”.

"Aportamos capital humano a las empresas y el I+D"

Martín Moreno también se refiere a la transferencia del conocimiento a las empresas, un “eje fundamental” en el que se avanza pero que todavía debe mejorar. “En un mundo global y competitivo, las empresas son el pilar de la economía y las universidades no solo forman al capital humano que las nutre sino que en el contexto español, integrado mayoritariamente por pymes, son las que desarrollan la mayor parte de la investigación”, incide.

De ahí que el I+D debería constituir “un pacto de Estado”, ya que estas políticas tardan años en dar sus frutos: “El País Vasco lleva 30 años trabajando en esta dirección y Galicia ha iniciado este camino, pero no veremos los resultados hasta dentro de muchos años. Y el resto de países nos lleva mucha ventaja. El gasto en I+D en España es del 1,24% y la media europea de los 28 está en el 2%”.

INNOVACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Para la vicerrectora de Investigación, la actual crisis debe ser considerada como “una oportunidad para poner en valor la ciencia y la tecnología y el conocimiento en general”. La pandemia visibilizó la contribución que pueden hacer las universidades y que “estaba oculto para los políticos y, sobre todo, para la sociedad”. La propia UVigo está presente en muchos proyectos relacionados con el coronavirus para su detección rápida, la elaboración del mapa genómico en Galicia, simulaciones de su evolución o adelantarse a los brotes analizando las aguas residuales.

“Pero la ciencia no se improvisa, se necesita un plan y una financiación sostenible en el tiempo”, demanda Belén Rubio, que también aboga por un modelo global que facilite la transferencia y potencie “las sinergias entre universidad, empresa y parques tecnológicos”. En este sentido, apuesta por el modelo de los Knowledge Innovation Business Services (KIBS) para crear un sistema en el que todos estén conectados siguiendo un esquema similar al de Silicon Valley

La UVigo ya se encuentra en una buena situación, con una facturación anual que ronda los 6 millones de euros, más de 230 patentes activas y una treintena de spin-offs que la sitúan como la quinta mejor en España.

En el sistema español hay “capital humano con compromiso, vocación y talento”, pero faltan recursos: “Fallamos en la financiación. Según los datos europeos, España está entre los países moderadamente innovadores, mientras que nuestro vecino Portugal se sitúa con los fuertemente innovadores. Y uno de los indicadores en los que fallamos es la inversión. Hay países con menor riqueza como Portugal, Chipre o Estonia que invierten lo mismo o más en investigación que nosotros”.

A pesar de que Galicia no llega a los niveles de inversión del País Vasco, Rubio reconoce el “papel notable” de la Axencia Galega de Innovación (Gain) y de la Xunta, por ejemplo, financiando los centros singulares de investigación. Vigo tiene tres de los ocho gallegos: Cinbio (investigaciones biomédicas), CIM (ámbito marino), y atlanTTic (tecnologías de la información y la comunicación). Y a ellos se unen Cintecx (tecnologías, energías y procesos industriales), Ecobas (economía) y el clúster agroalimentario.

Desde la UVigo también se potencia el acercamiento a las empresas mediante la formación dual, en 2022 arrancará el grado en Automoción, y los doctorados industriales.

La vicerrectora de Investigación reivindica el potencial de la Universidad para formar consorcios que aprovechen de manera eficiente los Next Generation y pide a las empresas que pongan en valor el talento humano que se forma en sus aulas y que pueden aportar su capacidad de innovación.

Asimismo, reivindica la financiación de la investigación básica, cuya aplicación no es inmediata, y recuerda que descubrimientos tan importantes como el de la penicilina fueron por azar. Las propias vacunas contra el coronavirus se apoyan en el trabajo desarrollado durante años. Rubio parafrasea a Ramón y Cajal, que exhortaba a cultivar la ciencia sin pensar en las aplicaciones, “que a veces tardan años y, a veces, siglos”.

 

“Galicia está en una situación mejor para la recuperación”

Irene Garrido Valenzuela - Exsecretaria de Estado de Economía y profesora de Econ. financiera de la UVigo

Irene Garrido Valenzuela - Exsecretaria de Estado de Economía y profesora de Econ. financiera de la UVigo Ricardo Grobas

La expresidenta del ICO y exsecretaria de Estado de Economía destaca que Galicia se encuentra en “una situación de partida mejor que el conjunto del Estado para la recuperación y para afrontar los nuevos retos tras la pandemia, entre ellos, conseguir el mayor beneficio con los Next Generation” . Y defiende que la investigación y la innovación son “generadores de empleo”.

A lo largo del encuentro, Garrido, en consonancia con el resto de participantes, insiste en varias ocasiones en que los proyectos que optan a esta financiación deben ser “verdaderamente tractores de la economía”. De lo contrario, advierte, “agravarán aún más la baja productividad”. “Deben generar riqueza, una empresa que no tiene mercado no tiene razón de existir”, reconoce.

Las 32 propuestas que defiende Galicia tratan de “mejorar la actividad productiva, una movilidad más sostenible y una administración más digital y dinámica”. “Verdaderamente es Galicia la que se encuentra en mejor situación para abordar proyectos futuros en los que tiene que contar con todos los estamentos y, por supuesto, con la colaboración de la Universidad”, enfatiza.

Se prevé que el Ecofin dé el visto bueno al plan de recuperación de España en julio, lo que activaría 9.000 millones de euros. Y el resto de fondos se irán desbloqueando si se cumplen los requisitos. Pero Garrido también advierte que los Next Generation, que introducen elementos sin precedentes como la emisión de deuda mutualizada, no serán la solución para todos los problemas. “Hay que seguir compaginando las políticas nacionales y transnacionales”, señala.

"La clave no es la cantidad de recursos, sino ser eficientes"

Martín Moreno

La pandemia ha evidenciado la urgente necesidad de un cambio de modelo y un “salto cualitativo” hacia una economía basada en el conocimiento. “La productividad total de factores en 2019 estaba al mismo nivel que en 1983. Llevamos 36 años de crecimiento cero o casi cero en la variable fundamental que incide en la productividad y el crecimiento. La clave no es la cantidad de recursos, sino lo eficientes que seamos. Y para tener un modelo sostenible y sostenido en el tiempo esta variable es clave.”, advierte el vicerrector económico.

La crisis originada por el coronavirus también ha puesto sobre la mesa algunos de los factores fundamentales para acometer este tránsito imprescindible: la digitalización y la innovación y la investigación. 

“Somos fundamentales para un cambio de modelo”

José María Martín Moreno - Vicerrector de Economía de la Universidad de Vigo

José María Martín Moreno - Vicerrector de Economía de la Universidad de Vigo Ricardo Grobas

Martín Moreno asegura que si los Next Generation se aprovechan para mejorar en otras cuestiones igualmente relevantes como son la economía circular o la transición ecológica será posible dar este paso crucial en España.

“Y en ese conjunto el sistema universitario gallego tiene que ser un pilar fundamental dentro de la economía de Galicia. Las universidades son las que generan el capital humano que hace que las empresas sean más productivas y competitivas y donde se desarrolla la mayor parte de la innovación y la investigación. Y si sabemos transferirla se cerrará el círculo para generar empleo y riqueza y bienestar para la ciudadanía”, resume Martín Moreno, que fue director general de la Fundación Gallega para la Sociedad del Conocimiento creada por el bipartito para potenciar esta relación.

“Se necesita mayor inversión pública y privada”

Belén Rubio Armesto - Vicerrectora de Investigación de la Universidad de Vigo

Belén Rubio Armesto, Vicerrectora de Investigación de la Universidad de Vigo - Ricardo Grobas

La escasa financiación pero también la excesiva burocracia lastran la capacidad investigadora y de transferencia de las universidades. “Es más difícil justificar un proyecto para un ministerio que para Europa. Y cada vez es más complicado. Hay que buscar la digitalización de todo el sistema”, reclama.

“Hacer frente a los retos actuales y futuros como la pandemia, la crisis climática o los retos tecnológicos requiere de una mayor inversión, tanto pública como privada. Esto permitirá contribuir al progreso económico y social y, a la vez, respetar el medio ambiente y construir sociedades más ecológicas e inclusivas”, defiende Rubio.

Para lograrlo, añade, son necesarias “políticas científicas adecuadas”, indicadores que permitan “evaluar los resultados de la inversión” y estructuras que faciliten que los gobiernos tengan en cuenta los conocimientos científicos a la hora de tomar decisiones. 

También pide el impulso de servicios de negocio innovadores basados en el conocimiento y que reúnan a investigadores, organismos públicos, empresas y centros tecnológicos.

“Desde la UVigo, a través de nuestros centros de investigación, podemos aportar conocimiento en ciencias biomédicas y marinas, tecnologías TIC, procesos industriales y energía, ciencias agroalimentarias, economía, y también en aspectos humanísticos y sociales. Todos ellos pueden contribuir a fomentar y promover la tecnología y la innovación”, sostiene.

Y respeto a los Next Generation llama a la colaboración: “Se trata de que todos vayamos en la misma dirección para conseguir un objetivo que nos permita crecer como país”.