El presidente del Consejo Regulador Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, confirmó que una tormenta que descargó ayer por la tarde una fuerte granizada ha "arrasado" por completo la cosecha de uva en la parroquia de San Fiz, en el municipio lucense de Chantada.

Rodríguez precisó que la cosecha de esta campaña está totalmente arruinada y, aunque todavía se están valorando los daños, todo parece indicar que el castigo al que fueron sometidas las cepas afectará también a la producción de los próximos años".

"Está todo deshecho", precisó el presidente del consejo regulador, y la fuerza con la que cayó el granizo fue tal que incluso "la madera de las cepas está machacada".

Por eso, aunque la cosecha de este año ya esté arruinada, los viticultores tienen ahora que hacer "un trabajo de recuperación de las cepas" dañadas, para que las pérdidas no sean todavía mayores y se extiendan a las próximas cosechas.

"Es un trabajo extra, pero hay que hacerlo, con ánimo de recuperar la cepa para los próximos años", precisó.

"Todavía estamos evaluando los daños y a lo largo de la mañana, con la planimetría, tendremos datos más concretos, pero la superficie afectada puede estar entre 50 y 60 hectáreas", dijo Rodríguez, en esa zona del municipio de Chantada.