El envejecimiento que sufre Galicia desde hace décadas también lastra sus servicios públicos. En concreto, la plantilla médica. La falta de relevo generacional en la sanidad se agudiza y las nuevas hornadas no son suficientes para prepararse ante las inminentes jubilaciones. Por primera vez, más de la mitad de los colegiados en la comunidad supera los 55 años. De los 14.817 facultativos existentes en la actualidad, 7.609 se encuentra por encima de esa barrera y la Xunta debe buscar sustitutos para los 1.840 que superarán en breve la edad máxima para poder seguir trabajando para el Servizo Público de Saúde: 70 años.
La administración gallega alerta desde hace tiempo de que las plazas MIR ofertadas cada año son insuficientes e incluso solicitó recientemente una subasta adicional de puestos formativos, petición denegada por el Gobierno Central, que, aun así, permite elevar la oferta este curso a 491 plazas. Pero parece insuficiente, según los médicos. “Tenemos un problema gravísimo con el relevo generacional. Hay una mayoría de facultativos por encima de los 50 años. Muchos podrán jubilarse llegados los 65 porque tendrán más de 38 años cotizados. Como mucho, podrán trabajar en la sanidad pública hasta los 70, pero las plazas MIR son insuficientes para cubrir el hueco que dejarán”, alerta Ramón Barreiro, presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en Galicia.
Los datos muestran que los colegiados aumentaron el año pasado un 3,64%, situando a Galicia como la quinta comunidad con mayor incremento de médicos con certificado para trabajar, pasando de 14.297 a 14.817, según el Instituto Nacional de Estadística. Barreiro apunta a las plazas de refuerzo motivadas por el COVID-19, pero también a la llegada de inmigrantes que logran homologar sus títulos.
El problema para el futuro, sin embargo, radica en la pirámide etaria. En 2010, uno de cada 3 médicos supera los 55 años, porcentaje que ahora roza el 52%. Del total, 4.061 cuentan con entre 55 y 64 años, mientras que otros 1.840 oscilan entre los 65 y los 69, es decir, se jubilarán durante los próximos cuatro años. Otros 1.708 superan los 70, por lo que trabajan en consultas o clínicas privadas.
Las plazas MIR han ido aumentado de una media anual de 300 a 457 en 2019, 472 el año pasado y 491 este ejercicio, pero no parecen ser capaces de renovar la media de edad. “Las plazas MIR son insuficientes y eso se debe a falta de planificación. No sabemos con exactitud cuántas plazas serían necesarias, pero los servicios de salud autonómicos tienen datos al día de las necesidades de cada especialidad”, añade Barreiro.
En Galicia, tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, como el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, han lamentado en diversas ocasiones carecer de suficientes médicos interesados en cubrir plazas en Atención Primaria. Este último aseguró en una reciente visita a un centro de A Guarda que, pese a ofrecer un salario de 60.000 euros al año no había logrado interés en cubrir una plaza en ese ambulatorio. Las preferencias de los nuevos doctores pasan por los hospitales, debido a las mejores condiciones económicas.
Por provincias, Pontevedra es la que más colegiados ganó en 2020 (+6,2%) hasta alcanzar los 4.729, seguida de Lugo (+3,4%) hasta 1.690; A Coruña (+2,4%) hasta 6.752) y Ourense (+1,6%) hasta 1.646. A nivel estatal, el crecimiento fue del 3% hasta sumar un total de 276.191.
