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El punto que la ABAU se llevó

Una imagen de la ABAU del COVID. Marta G. Brea

Galicia es la tercera comunidad donde la ABAU lastra más la nota de Bachillerato

Centésimas, incluso milésimas, pueden decidir que un estudiante acceda o no a la facultad en la carrera de su vocación o de su elección. De hecho, los datos del curso actual sitúan a Galicia a la cola en las autonomías en porcentaje de jóvenes que entró en el grado que había situado de primero de la lista en el proceso de preinscripción: uno de cada tres se habría quedado fuera de su titulación predilecta. Sin embargo, no es por falta de empeño. En general, los aspirantes a una plaza en los campus se esfuerzan más cada año en su última etapa en el instituto, como muestra la evolución de la nota media en Bachillerato de quienes se presentan a la ABAU, aunque luego ese desempeño se empañe cuando se confronta con el resultado del examen de selectividad.

La ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) lastra ese rendimiento. Según los datos recopilados por el Ministerio de Educación relativos a la última convocatoria de las pruebas de acceso a la universidad, la de 2020, los candidatos gallegos llegan al examen con un expediente del instituto de “notable” y salen de él con un “bien”. Entre una y otra calificación, se queda un punto por el camino. En concreto, en Galicia la diferencia entre la calificación media en el estudio de bachiller (7,50 en el pasado curso) y la de quienes lograron el apto en la ABAU (6,475) es, redondeando, de 1,03 puntos.

Aunque Galicia no es la única comunidad donde los candidatos a la universidad ven menguado su mejor desempeño en el instituto, porque así ocurre con sus compañeros de todo el Estado, sí está en el podio, en el tercer puesto, en la cantidad que se queda por el camino en cifras absolutas. Solo registran recortes más elevados las comunidades de Andalucía (-1,07 puntos entre ambas calificaciones) y Canarias (donde la diferencia a la baja alcanza 1,15 puntos). En Baleares el descenso también excede por poco del punto, mientras media estatal se desinfla menos: 0,83.

En general, la selectividad no deja bien parados a los estudiantes gallegos: en los últimos años, los alumnos de la comunidad que destacan en los primeros puestos en pruebas como las de PISA, luego están en el furgón de cola cuando se analizan las calificaciones que obtienen en el maratón de tests que conlleva la convocatoria de los exámenes de acceso. De hecho, el desequilibrio entre el desempeño de sus estudiantes entre una y otra prueba ha hecho que la Xunta se cuestionase la dificultad de las pruebas de selectividad e instase al Gobierno a como mínimo establecer criterios comunes.

Sin embargo, incluso en ese contexto, la nota de quienes superan la ABAU, los aptos, ha ido en aumento en Galicia en los últimos seis años (0,31 puntos) y también ha crecido a la par la del expediente de Bachillerato –solo 2019 interrumpió, por solo una décima, la tendencia–. Los gallegos han sumado 0,39 puntos en su media del instituto desde 2015, en línea con la tendencia estatal (0,4), aunque los aragoneses registran el mayor incremento (0,51). Además, en el caso de Galicia, el recorte sobre la media que supone la pasada convocatoria de la ABAU es el más reducido de los últimos cuatro cursos: en 2018 la caída llegó a 1,19 puntos.

Los datos que permiten comparar los resultados académicos por materias no están tan actualizados, pero el informe más reciente disponible, en este caso elaborado por la Consellería de Educación y relativo a 2015, muestra cómo el descenso en el desempeño en la selectividad es generalizado. En todas las asignaturas en las que se puede comparar, el desempeño en la ABAU se salda con una peor puntuación. El caso más destacado es el de Diseño, donde la diferencia entre una y otra nota es de 3,05 puntos; seguido del de Dibujo Técnico, con un 2,55, y de Historia de la Música y Danza, con un 2,54. Entre las asignaturas que protagonizan la fase general, donde más se nota el desfase es en Historia de la Filosofía (entonces entre las obligatorias), con 1,67 puntos, e Historia de España, con 1,47. En el extremo opuesto se hallarían Inglés, con 0,64, y Griego (0,39).

En todo caso, la nota de acceso a una titulación se calcula dando un peso mayor al expediente de Bachillerato. Este curso, y pese a que una ABAU con más opciones por culpa de la pandemia disparó las notas más altas, la media de los jóvenes procedentes de Bachillerato en su acceso a estudios universitarios en la comunidad fue de 7,21, inferior a la media estatal (7,34) y la cuarta más baja del Estado.

En cualquiera de los tres parámetros (media de instituto, de la ABAU o de acceso), las chicas registran un mejor desempeño: 7,68 frente a 7,28 en Bachillerato, 6,55 frente a 6,37 en selectividad y 7,35 frente a 7,04 en el acceso a la titulación.

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