Un juez ha condenado al Sergas a indemnizar con 60.000 euros a las hijas –30.000 a cada una– de una paciente con paraplejia que falleció en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense tras recibir el alta por “quejosa”.
La mujer, de 76 años, se quedó parapléjica tras sufrir un accidente en su domicilio. Según consta en la sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Santiago, “previo al alta de la paciente ya venía quejándose de dolores que la doctora minimizó declarando en la vista que era una señora quejosa y que se trataba de un dolor corporal no vertebral”.
La paciente recibió el alta, según se explica en el fallo, “sin control radiológico” y tres semanas después acudió al servicio de Urgencias “y se apreció paraparesia con fuerza 175 sin nivel sensitivo y los estudios radiológicos muestran fractura hundimiento T2 con retropulsión” y se procedió a ordenar una cirugía.
Sin embargo, se relata en el fallo, al que tuvo acceso Europa Press, esa cirugía se retrasó hasta el día siguiente y, tras la intervención, sufrió “diversas infecciones”, puntualiza la sentencia, “con evolución desfavorable” que “dio lugar al fallecimiento”.
“En este caso ha tenido lugar una omisión en el funcionamiento de la Administración que podía haber incrementado las probabilidades de evitar el resultado que finalmente tuvo lugar”, abunda el fallo, que todavía no es firme.
El tribunal admite parcialmente el recurso de la familia de la paciente fallecida, representada por el letrado Cipriano Castreje, que alegó que la mujer sufría “un politraumatismo y fracturas vertebrales de las que fue tratada de forma conservadora”.
Las hijas de la víctima “que vivieron esta dramática situación con verdadera impotencia”, explica la representación letrada de las mismas, decidieron reclamar al Sergas, “ya que nadie les daba una explicación coherente”.