Un “nuevo modelo” de contratos-programa, que apueste por la especialización centrada en los ámbitos de la innovación y la inclusión educativa, en respuesta a los retos de la próxima década, y con “más margen de maniobra y autonomía” de los centros para definir el plan de mejora concreto que consideren preciso implantar dentro de su proyecto educativo. Así será la filosofía de los contratos-programa a partir del próximo curso, según avanzó ayer el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, y trasladan desde la Xunta en un comunicado.

Educación impulsó por primera vez los contratos-programa, con los que abrió una vía para aportar una financiación extra a centros con planes de mejora de rendimiento de sus escolares, en 2010-2011. Una década después, este curso hay 424 colegios implicados y unos ocho mil docentes y se desarrollaron unos cuatro mil planes al amparo de la iniciativa.