El tsunami de peticiones recibidas después que se activase la inscripción la pasada medianoche acabó agotando las tarjetas del bono turístico. La Xunta destacó el éxito de la iniciativa que promovida con el gancho #QuedamosenGalicia busca impulsar el turismo interno y ayudar a la hostelería de la comunidad.

Como prueba de la extraordinaria acogida, el gobierno autonómico destacó en un comunicado que a las 12 horas de abrirse el plazo ya se habían expedido todas las tarjetas disponibles. Un éxito que pudo contrastar ya durante las primeras horas al registrarse en la sede electrónica de la Xunta unas 150 peticiones cada cinco minutos

De 500 euros, las preferidas

Sobre la modalidad de las tarjetas, la nota autonómica concreta que los solicitantes se decantaron mayoritariamente por las tarjetas de 500 euros (el 82% de las solicitudes), mientras que los gallegos que optaron por las de 375 y 250 euros representaron, respectivamente, el 10,3% y 7,3% del total.

En su balance de éxito, el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, expresó su satisfacción al considerarla una "muy buena noticia para los empresarios del sector que sufren los efectos de las restricciones a causa de la pandemia". A su juicio, la extraordinaria demanda del bono turístico significa que "los gallegos están echando una mano al sector y están dando un empujón a la recuperación del turismo interno".

El bono turístico surge a iniciativa de Turismo de Galicia en colaboración con el Clúster Turismo de Galicia y con la participación de las diputaciones de A Coruña y Ourense. Pretende movilizar 6,8 millones y participar cerca de 700 establecimientos turísticos, "un 24% que en la primera convocatoria!", precisa el comunicado.

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Funcionamiento del sistema

Sobre el colapso en el sistema de peticiones del que se quejaron los solicitantes, desde el departamento de Rueda reconocen "tiempos de espera" debido a las miles de personas que trataron de acceder a la vez a la sede electrónica de la Xunta. No obstante aclara que "a todas ellas se les asignaba una hora de acceso" lo que evitó que "tuvieran que estar esperando su turno delante de la pantalla".