A una mayor soledad se suma que durante la crisis sanitaria del COVID muchos de los recursos públicos disponibles para mejorar el bienestar de los ancianos permanecieron parados o funcionaron con menor intensidad, desde los centros de día hasta los programas y terapias que recibían muchos mayores con problemas de dependencia.
La soledad agrava los problemas de salud y eleva la mortalidad prematura
Los mayores que viven solos son la mitad de todos los hogares unipersonales que hay en Galicia y que están en continuo incremento. Según las estadísticas del INE, en la comunidad gallega hay 1.096.200 hogares, 6.500 más que un año antes. Pero su tamaño es cada vez menor. Hay casi 7.000 gallegos más viviendo solos –el incremento se debe básicamente a una mayor soledad entre los mayores que compensa el descenso de 6.000 menores de 65 años residiendo en hogares unipersonales–.
Estas viviendas compuestas por un único miembro suman 290.500 en Galicia y son el 15 por ciento del total. El tipo de hogar más numeroso es el de una pareja con hijos (320.400), pero en 2020 se redujo un 0,5 por ciento.
El mayor descenso se dio en los hogares monoparentales, formados por un padre y una madre y sus hijos. De 113.800 se pasó a 105.700.
El tamaño medio de un hogar gallego es de 2,4 personas. Está por debajo de la media nacional de 2,5 miembros.
Hogares cada vez más pequeños en viviendas grandes
A medida que encogen los hogares gallegos y se reduce el número de miembros que los conforman, se van quedando cada vez más habitaciones vacías en las casas. A tenor de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, los gallegos no sufren excesivas estrecheces en sus viviendas, lo cual es una ventaja cuando una pandemia obliga a hacer confinamientos domiciliarios.
El 80 por ciento de los hogares gallegos vive en pisos o casas de más de 76 metros cuadrados. Solo 19.400 viviendas tienen menos de 46 metros cuadrados. Si se tiene en cuenta el número de miembros de cada hogar, hay 196.400 gallegos que pese a vivir solos disponen de más de 76 metros cuadrados de vivienda. Esto supone que, al final, muchos cuartos se quedan vacíos y desaprovechados. En 284.000 hogares donde solo vive una persona, hay disponibles más de tres habitaciones. ¿Y qué pasa con las familias numerosas? En núcleos compuestos por cinco personas o más, el tipo de vivienda más habitual tiene más de 106 metros cuadrados y siete o más habitaciones. Solo hay 3.700 viviendo en un inmueble con menos de 75 metros cuadrados.
Alquileres
Durante el año de la pandemia se redujeron los hogares que viven de alquiler: nueve mil menos. Si en 2019 más de 165.000 familias pagaban un arrendamiento, en 2020 disminuyeron hasta 156.400.
Por el contrario, siguen al alza las viviendas cedidas gratis o a bajo precio. Casi 78.000 hogares disfrutan de un piso o una casa que le prestan familiares o amigos. Son casi 8.000 más que hace un año.
El encarecimiento de los alquileres y su reducida oferta ha convertido las viviendas cedidas en una opción cada vez con mayor auge.
En cuanto a la vivienda en propiedad, hay 647.100 familias que ya tienen casa pagada o heredada y otras 214.900 que aún están pagando la hipoteca.