El PSdeG reivindicó ayer su “papel fundamental” en la consecución del Estatuto de Autonomía, de cuya aprobación se cumplen el martes 40 años, y su secretario xeral, Gonzalo Caballero, apostó por modificar esa norma “más pronto que tarde” una vez se haya superado la pandemia de COVID-19.

Los socialistas celebraron ayer un acto de conmemoración de esas cuatro décadas de marco autonómico con un acto en el parque de Bonaval de Santiago, que también sirvió de reivindicación tras el varapalo de las últimas elecciones autonómicas, en las que con 14 diputados quedó como tercera fuerza parlamentaria tras el PP (42) y el BNG (19).

Para darle empaque al evento, Caballero estuvo flanqueado, entre otros, por los dos expresidentes de la Xunta del PSdeG: Fernando González Laxe (1987-1989) y Emilio Pérez Touriño (2005-2009).

Caballero reivindicó al PSdeG como “un instrumento útil” para trabajar por la “mejor” Galicia posible, como lo hizo para lograr un Estatuto “de máximos”, no rebajado hace cuarenta años, y como lo seguirá haciendo “los cuarenta años siguientes”, informa Efe

Para el secretario xeral del PSdeG, el Estatuto supone “un punto de avance no de llegada”, que garantiza “más derechos y más igualdad” y por eso el PSdeG defiende el autogobierno gallego.

El PSdeG defiende el galleguismo y el federalismo. El galleguismo es una forma de entender el país, sin fronteras; un galleguismo europeo, abierto, constructivo, que no quiere encerrarse, sino abrirse, haciendo fuerza con lo nuestro”, señaló.

Aun así, la defensa de ese marco “es una tarea que requiere actualización y un nuevo impulso”. “Es una deuda que tenemos con todos aquellos que trabajaron para que fuese una realidad. Seguro que una vez superada la pandemia, más pronto que tarde, retomaremos el reto de saldar esa deuda”, aseguró, si bien señaló como prioridad “no perder un minuto en lo que no es importante, es necesario defender a los gallegos de la crisis más profunda que recordamos”.

Tanto Fernando González Laxe como Emilio Pérez Touriño recordaron la lucha para lograr el Estatuto actual, que fue “otorgado, ni una concesión ni un regalo”, sino que fue el resultado de “la movilización, la lucha y el esfuerzo” principalmente del PSdeG.

Touriño incidió en la capacidad que tuvieron los gallegos por imponer su “voz propia” frente a los que en Madrid querían que Galicia fuese “un dique de contención” contra las aspiraciones autonomistas. “Había fuerzas que ni querían ni contaban con el Estatuto y hoy bien que se aprovechan”, zanjó González Laxe.