Pese a la entrada de una borrasca en Galicia, aunque sin precipitaciones de consideración, el fuego volvió a campar por los montes gallegos. Hasta cuatro incendios estuvieron ayer activos en la comunidad, que arrasaron casi 500 hectáreas. En tres de ellos hay sospechas muy fundadas de que fueron intencionados, puesto que las llamas se iniciaron de forma simultánea sobre la medianoche, si bien en puntos muy distantes entre sí, en las provincias de Pontevedra y Lugo. En su extinción trabajaron numerosos efectivos: 56 brigadas, 16 helicópteros, 8 aviones de carga y 29 motobombas.
En la voracidad de las llamas tuvieron mucho que ver las condiciones meteorológicas de los últimos días, con temperaturas cálidas y vientos que contribuyeron a secar el terreno. El miércoles no fue una excepción a este fenómeno producto del aire procedente de África. Las temperaturas rondaron los 30 grados de máximas en muchos lugares de Galicia y por la noche en gran parte del territorio no bajaron de los 15. Dígitos altos para un mes de marzo.
Mayor incendio
El más grave de los fuegos se produjo en el ayuntamiento lucense de Folgoso do Courel, que acabó extendiéndose al concello vecino de Samos. El balance final fueron 280 hectáreas quemadas por las llamas. En un determinado momento, la Consellería do Medio Rural se vio obligada a activar la alerta de nivel dos por suponer un riesgo para viviendas ubicadas en la parroquia de Gundiz –en el núcleo de Portela–, pero a media mañana se desactivó la alerta tras darse por superado el peligro.
Este incendio en Folgoso do Courel, el segundo en solo unos días, comenzó a las 23.43 horas del miércoles. La Brigada de Refuerzos Forestales (BRIF) de Laza no pudo llegar, en un primer momento, a la zona con los medios aéreos debido a las malas condiciones meteorológicas. Pero posteriormente, conforme mejoró la climatología, se incorporaron.
En las tareas de extinción, según el parte de Medio Rural, participaron ocho agentes, veintidós brigadas, diez motobombas, una pala, seis helicópteros y cuatro aviones.
Rodeiro
El segundo fuego de mayores dimensiones se registró en Rodeiro, en la parroquia de Pedroso Las llamas se iniciaron a las 23.40 horas del miércoles. Ardieron 126 hectáreas y en las labores de apagado participaron nueve brigadas, seis motobombas, una pala y dos helicópteros.
Cerdedo-Cotobade
El tercer incendio nocturno del día se produjo a las 23.56 en el también concello pontevedrés de Cerdedo-Cotobade, en la parroquia de San Xurxo de Sacos. Se quemaron 50 hectáreas, según los cálculos de Medio Rural, y en su extinción operaron diez brigadas, seis motobombas, una pala y un helicóptero. Las llamas se dieron por extinguidas a las ocho de la tarde.
Monforte de Lemos
El cuarto fuego se inició al mediodía del miércoles en Monforte de Lemos, y quedó controlado a primera hora de ayer. La superficie afectada fue de 38 hectáreas, de las cuales 30 eran arboladas. Colaboraron en su control quince brigadas, siete motobombas, una pala, siete helicópteros y cuatro aviones.
Calvos de Randín
A su vez, en Calvos de Randín el incendio registrado con cuatro focos en este ayuntamiento, en la parroquia de Randín, quedó extinguido a las 23.58 horas de la pasada noche tras comenzar a las 21,20 horas. De acuerdo con las últimas estimaciones, la superficie afectada fue de 0,8 hectáreas dentro del Parque Natural de Baixa Limia-Serra do Xurés, de los cuales 0,1 fueron arbolada y el resto monte raso.
