No solo los humanos están expuestos a los virus. También los animales. Por ejemplo, en el caso de los caballos, pueden sufrir rinoneumonía equina, una enfermedad vírica endémica en España y Europa que, según explica el Ministerio de Agricultura, cursa con alteraciones respiratorias, nerviosas y abortos. “Cada cierto tiempo”, advierte el Gobierno central, se producen “brotes epidémicos” de la dolencia que “ponen en riesgo la población equina”.
Así ocurre en la actualidad. Un brote de rinoneumonía equina HVE-1 detectado en su origen en una competición de salto internacional en un municipio de la provincia de Valencia y que ha llegado a seis autonomías ha provocado que este mes la Federación Ecuestre Internacional y la Real Federación Hípica Española suspendiesen cautelarmente y motu propio todas las competiciones oficiales autonómicas, estatales e internacionales –en diez países de la UE–. previstas para el mes de marzo y que ayer la segunda haya decidido prolongar la suspensión de la competición nacional hasta el 12 de abril.
Aunque en Galicia no constan focos de la enfermedad, que en el municipio donde fue detectada ha derivado en 114 animales afectados clínicamente con fiebre y apatía o positivos para el virus y siete muertos, según el Gobierno, también la Federación Hípica Gallega decidió obviar eventos deportivos en marzo y prevé asimismo sumarse a la prórroga de la suspensión hasta el 12 de abril.
Asimismo, la Federación Gallega aconsejó a sus asociados la interrupción absoluta de la movilidad de estos animales. Así lo explican desde la Consellería do Medio Rural, que también ve recomendable “minimizar” los movimientos de animales equinos fuera de la comunidad gallega.
Y eso a pesar de que desde el departamento dirigido por José González aseguran que “no hay constancia de la existencia de ningún foco” de esta enfermedad en Galicia ni de que haya llegado “ningún animal afectado procedente del foco de Valencia o de los focos secundarios”. Los secundarios son trece explotaciones en la Comunidad Valenciana, Madrid, Canarias, País Vasco, Cataluña y Andalucía, a donde llegaron animales de la competición de Valencia, y que registran 41 positivos, 19 hospitalizados y una muerte.
De ello informa el Ministerio de Agricultura y añade, además, en el último parte publicado, que “no se tiene información de que se hayan detectado focos secundarios” de la patología relacionados con movimientos desde de estas 13 explotaciones, de modo que “por el momento se considera que la situación epidemiológica se encuentra controlada”.
La Xunta explica que desde el principio –el 22 de febrero se comunicó la sospecha del brote en Godella– el Servizo de Sanidade Animal fue informado por el Ministerio de Agricultura y, a su vez, se trasladaron esos datos a los servicios veterinarios oficiales y a los Colegios Oficiales de Veterinarios para transmitir a quienes ejercen la clínica equina que comuniquen “cualquier sospecha de la enfermedad”. No obstante, no se trata, señalan desde la Xunta, de una enfermedad de declaración oficial obligatoria. “De momento”, añaden, no se ve “procedente” suspender el movimiento de equinos dentro de la comunidad, si bien conceden que “es recomendable que se minimicen los traslados” de esta especie fuera.
Según datos facilitados por esta Consellería, en Galicia se contabilizan un total de 15.034 explotaciones equinas que se reparten 39.459 animales. Dos de cada tres –10.445, con 18.343 caballos– son no comerciales y entre las restantes se encuentran, entre otras, desde explotaciones de producción y reproducción a establecimientos para la práctica ecuestre o centros de concentración de équidos.
