Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Miles de trabajadoras gallegas, en casa “a la fuerza”

Una mujer busca empleo. Efren Rodríguez

La recesión económica de 2009 sacó a las mujeres de casa. Tuvieron que empezar a buscar trabajo apretadas por las dificultades económicas. Por el contrario, la crisis derivada de la pandemia sanitaria las ha devuelto al hogar. En 2020 más de 10.000 gallegas abandonaron el mercado laboral para dedicarse a “labores domésticas”, según la Encuesta de Población Activa (EPA). El desempleo afectó con mayor intensidad a las mujeres, a lo que sumó la falta de expectativas laborales debido al contexto de incertidumbre. Pero además el cierre de colegios y centros de día durante el confinamiento o la delicada situación en las residencias obligó a muchas gallegas a asumir en casa el cuidado de niños y mayores.

El cierre de escuelas y centros de día obligó a muchas mujeres a hacerse cargo del cuidado de niños y mayores | También influye la falta de expectativas ante la incertidumbre económica

La incorporación de las mujeres al mundo laboral ha sido lenta, pero en continuo ascenso. Sin embargo, por primera vez en la última década el número de mujeres inactivas dedicadas a labores domésticas se incrementa. El pasado año el número de amas de casa sumaba 179.900, un 5,6 por ciento más que en 2019. Esto supone el retorno al hogar de más de 10.000 gallegas.

“Desde la incorporación masiva de la mujeres al mundo del trabajo asalariado, se venía registrando un acercamiento paulatino de la tasa de actividad femenina a la masculina. Ni en los años más duros de la crisis económica de 2009 se frenó esta tendencia”, explica la CIG en un informe sobre “La situación sociolaboral de las mujeres”.

También hay hombres que debido a la crisis derivada del COVID cesan en su búsqueda de empleo para ocuparse de su casa, pero son muchos menos: solo 3.900, un 60 por ciento menos que las gallegas.

La mayoría de las mujeres que deciden abandonar el mundo laboral tienen más de 45 años (6.100 en total), pero también hubo 4.100 trabajadoras por debajo de esa edad que, tras quedarse sin trabajo, decidieron salir de las listas del paro y convertirse en amas de casa.

¿Cuáles son las causas que explican este retorno al hogar de más de 10.000 gallegas? Por un lado, hay mujeres de más de 55 años en el paro que cuando llega la pandemia ven cómo sus opciones de encontrar trabajo se enfrían aún más. Deciden entonces dar el paso y abandonar el mercado laboral.

Pero hay otras que estaban trabajando y que se quedaron sin empleo a raíz de la crisis del COVID. Desde la CIG apuntan que el paro se ha cebado más con las féminas. ¿Por qué? Los trabajadores indefinidos tuvieron el salvavidas de los ERTEs, pero muchos contratos temporales fueron finiquitados y la mayoría de estos empleos eventuales son ocupados por mujeres.

Y, por otro lado, el confinamiento de la población agravó el problema de la conciliación y, de nuevo las castigadas fueron las mujeres. “Cuando se cerraron las escuelas infantiles, colegios, centros de día... no se pensó quien se iba a hacer cargo de estas personas. Los resultados saltan a la vista”, concluye la CIG.

Pero la salida del mercado laboral no fue la única consecuencia que sufrieron las mujeres. Con el teletrabajo muchas gallegas se vieron abocadas a simultanear su vida laboral con las cargas familiares. Y la prueba es que en los meses más duros del confinamiento el 15 por ciento de las féminas teletrabajaron más de la mitad de los días, mientras que en los hombres este porcentaje baja al 11,9 por ciento. Y a finales del pasado año, aún seguían trabajando algún día desde casa el 12,5 por ciento de las mujeres frente al 11,4 por ciento de los varones.

Compartir el artículo

stats