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Consumo peinará las “webs” con productos superventas para cazar abusos

Artículos de deporte que se venden por comercio electrónico XOÁN ÁLVAREZ

La Xunta refuerza los controles ante el auge del comercio electrónico y centrará las inspecciones en mascarillas, trajes EPI, ropa de deporte o equipos electrónicos

La pandemia, con los confinamientos domiciliares y perimetrales y con la libertad de movimiento restringida, provocó, entre otros muchos efectos, un sustancial cambio en los hábitos de consumo de la población, recurriendo cada vez más al comercio electrónico para la compra de productos que tradicionalmente se adquirían de forma presencial. Y si bien esta transición hacia lo digital conlleva ventajas, también es cierto que afloran infracciones e irregularidades por parte de los suministradores. De ahí que la Xunta, tomando como base los acentuados hábitos de consumo derivados de la crisis sanitaria, haya decidido peinar las páginas web de los productos más solicitados on line para comprobar si cumplen con la legalidad en materia de consumo, aplican cláusulas abusivas para limitar la responsabilidad del proveedor o si incluyen el IVA en los bienes y servicios que ofrecen.

El comercio electrónico no es nuevo, pero con la pandemia se acrecentó su actividad notablemente, especialmente, según la Xunta, en productos de alimentación, culturales y deportivos, por lo que resulta necesario reforzar el control de las ventas y de la publicidad que se realizan por este medio en el ámbito de la comunidad autónoma.

“Todos estos cambios en la forma de consumo merecen una atención prioritaria por parte de las autoridades de consumo y ponen de manifiesto la necesidad de acometer cambios en el control y supervisión de este tipo de mercados. La transición digital implica ventajas importantes, pero también puso de manifiesto la existencia de incumplimientos de la normativa de protección de las personas consumidoras, por lo que es necesaria la intervención de las autoridades como garantes de los derechos de los usuarios”, argumenta la Vicepresidencia segunda y Consellería de Economía.

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La plaza de abastos de Marín pesca compradores "online" Gustavo Santos

La campaña de inspección no será masiva, sino que atendiendo a las tendencias de los consumidores mostradas el pasado año, se centrará en diez sectores que aglutinan los productos más demandados: máscaras higiénicas; equipos de protección individual (EPI); productos y artículos para la práctica deportiva (fitness); ropa y calzado de deporte; vestimenta cómoda de estar por casa; elementos de decoración del hogar y de jardinería; productos de electrónica, informática y ofimática; servicios de reparación a domicilio; suministro de contenidos digitales y publicidad de productos alimenticios.

Campañas sobre el comercio electrónico, aunque de menor dimensión, ya se realizaron en 2019 y 2020, pero la Xunta considera que ahora resulta necesario reforzar esta vigilancia dado el incremento de las transacciones en línea registrado por la pandemia.

“Los cambios en la forma de consumo merecen una atención prioritaria y ponen de manifiesto la necesidad de acometer cambios en el control y supervisión de este tipo de mercados”

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El pasado año la supervisión, más reducida, se centró en la venta de mascarillas higiénicas y quirúrgicas, equipos de protección individual, etiquetado de antisépticos y geles hidroalcohólicos; publicidad de juegos y créditos rápidos al consumo. Como resultado, entre otras actuaciones, en 2020 se dio parte a la red de alerta nacional de 38 máscaras de tipo EPI y se abrieron 41 expedientes sancionadores.

¿Qué es lo que inspeccionará la Xunta en las páginas web? Pues hasta siete preceptos que pueden provocar desprotección en los consumidores o de sus intereses económicos o sociales, así como eventuales prácticas de comercio desleal o cláusulas abusivas por parte de los proveedores.

“Los inspectores de la Xunta comprobarán si se incluye el IVA, los plazos de devolución del producto y los gastos asociados a tal efecto, las cláusulas que limiten la responsabilidad del empresario o si el operador de venta está perfectamente identificado”

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En concreto, los inspectores de la Xunta comprobarán el precio por unidad de medida y si incluyen el IVA, los plazos de devolución del producto y los gastos asociados a tal efecto, las cláusulas abusivas que limiten la responsabilidad del empresario, las condiciones de la garantía o si el responsable de la operadora de venta está perfectamente identificado con nombre, CIF o NIF, teléfono, correo electrónico y dirección completa.

La primera fase de esta campaña específica de inspección arrancará en el segundo trimestre de este año con un peinado de las webs para comprobar la información y la publicidad que contienen. Este control se realizará mediante diligencias de las Consellería de Economía.

La segunda fase está dirigida a comprobar la seguridad del producto y la veracidad del etiquetaje mediante la toma de muestras obtenidas a través de compras en línea.

“La primera fase de esta campaña específica de inspección arrancará en el segundo trimestre de este año con un peinado de las webs para comprobar la información y la publicidad que contienen"

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Debido a la pandemia, entre enero y agosto del pasado año, el Instituto Galego do Consumo e da Competencia abrió la mitad de expedientes sancionadores que en el mismo período del año anterior, aunque la diferencia entre las quejas recibidas no fue tanta. En 2019, las reclamaciones fueron 13.573, mientras que en 2020 se redujeron a 11.205, lo que supone casi un 18% menos.

Las propuestas de sanción por abusos empresariales durante los ocho primeros meses del año se redujeron casi a la mitad, pasando de 1.116 en el mismo período del año pasado a solo 581. Y la cuantía de las sanciones también se desplomó en similar proporción, pasando de 5,2 millones de euros a 2,8.

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