La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, hace oídos sordos a las reclamaciones del Noroeste y rechaza dar marcha atrás en su decisión de declarar el lobo una especie protegida. Pero desde el Ministerio de Agricultura, Luis Planas apela al consenso con todos los actores implicados, desde las comunidades y los ayuntamientos hasta los ganaderos y los cazadores, para diseñar una nueva estrategia sobre la gestión del lobo con un “debate sosegado y robusto”, una postura que es precisamente la que defienden Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, territorios que concentran el 95% de la especie en toda España. En plena guerra del Noroeste contra el blindaje del lobo y tras el choque público entre Ribera y Planas por su distinta visión sobre el control del cánido, los dos ministros comparecieron ayer juntos en el Senado para exponer sus posturas sobre al futuro del depredador y su gestión.

Con su comparecencia, Ribera quiso dejar claro que su departamento no tiene intención alguna de dar marcha atrás en la inclusión del lobo en el Lesrpe. Tras defender cada paso dado desde el Ministerio de Transición Ecológica ante los incumplimientos en la tramitación denunciados por el Noroeste, anteponiendo el sistema de votación frente al consenso que imperó hasta el momento en los debates para declarar la protección de una especie, la ministra volvió a desoír las demandas de las comunidades loberas y puso sobre la mesa qué pasos dará a partir de ahora para prohibir la caza del lobo en toda España. “No debemos conformarnos con un sistema que demuestra que hay capacidad de mejora evidente”, justificó la ministra, cuestionando la efectividad de los planes de gestión para controlar las poblaciones del lobo en Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León. De hecho, advirtió de que los diferentes regímenes de protección de las comunidades “dificultan enormemente la gestión, además de generar desigualdades y agravios comparativos”.

A los territorios que se rebelaron contra el blindaje del lobo les quiso dejar un mensaje: “Dejar debates estériles y no distorsionar la realidad”. Por ello, les apeló a “trabajar todos a una en un problema prioritario para el Gobierno”, y que cuenta “con una alta sensibilidad social”.

Ribera anunció la creación de un grupo técnico para ultimar estrategias de gestión. Su departamento también prevé, según detalló, constituir un comité responsable para evaluar el seguimiento de las poblaciones, elaborar y actualizar un censo estatal en coordinación con censos autonómicos; así como crear un procedimiento común para la tramitación de pagos por destrozos y un sistema de tasación de daños para todo el territorio.

Por el contrario desde el minuto uno de su intervención el ministro de Agricultura tendió la mano a todos los actores –comunidades autónomas, ayuntamientos, ganaderos, cazadores...– con continuas llamadas al diálogo para lograr una nueva “estrategia” del lobo que parta del “máximo consenso”.

El Ministerio de Agricultura, a diferencia de Transición Ecológica, no tiene prisa por aprobar el nuevo modelo de gestión. Al contrario, apuesta “por realizar un trabajo sosegado y robusto, partiendo de la evidencia científica y de la escucha de todos los sectores”. Pero siempre con los ganaderos en su cabeza: “Apostamos por la cohabitación de lobo y la ganadería. Vamos a trabajar por conseguir ese equilibrio entre biodiversidad y el sector ganadero extensivo. El tema va más allá de las compensaciones económicas”. Planas fue tajante. “Proteger la biodiversidad no puede recaer sobre los hombros de los ganaderos”, en referencia a los cuantiosos daños que dejan los ataques de lobos en sus explotaciones.

Sobre las ayudas europeas de la PAC, el Gobierno abrió durante las últimas semanas la posibilidad de que las comunidades las destinen a costear los daños del lobo, una posibilidad que las comunidades loberas no lo ven aceptable ya que supone perder partidas para otras actividades agrarias. Pero ayer el ministro de Agricultura volvió a poner sobre la mesa esta opción: “Habrá que aprovechar, si se considera oportuno, la PAC para apoyar la ganadería extensiva”.

Condiciendo con las comparecencias de Ribera y Planas, las comunidades del Noroeste reclamaron una Conferencia Sectorial de Medio Ambiente extraordinaria para el debate de la inclusión del lobo en el Lesrpe como único punto del orden del día. Los responsables autonómicos de Medio Ambiente de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León enviaron una instancia al Ministerio para la Transición Ecológica en la que reclaman que se paralice el blindaje del cánido mientras no se apruebe una estrategia consensuada con todas las comunidades y, especialmente, con aquellas a las que les corresponde la gestión.