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JESÚS MARTÍNEZ CARRACEDO | Ecónomo de la Diócesis de Tui- Vigo

“No ocupamos nada que no sea nuestro, la diócesis tiene documentados sus bienes”

“El Obispado de Tui- Vigo ha registrado 74 bienes, entre ellos varias capillas, la casa del obispo y algunas donaciones. La Catedral tudense y las parroquias ya estaban inscritas”

Jesús Martínez Carracedo delante de la parroquia del Sagrado Corazón. | // FDV.

El traslado por parte del Consejo de Ministros al Congreso de los Diputados del listado de los 34. 961 bienes inmuebles registrados a nombre de la Iglesia Católica entre los años 1998 y 2015 mediante certificación eclesial, de los que 7.131 se encuentran en Galicia, abre la vía a reclamar su propiedad en los juzgados si alguien se siente perjudicado. La Diócesis de Vigo-Tui es de las que menos bienes ha inscrito o inmatriculado en este periodo al amparo de la denominada ‘Ley Aznar’. El listado recoge 74 nuevos bienes, entre ellos ocho capillas, atrios y la casa del obispo en Vigo, así como pequeñas donaciones. En un acto de total transparencia, Jesús Martínez Carracedo, ecónomo del Obispado y párroco del Sagrado Corazón de Vigo explicaba anoche en una charla la procedencia de los nuevos bienes y el origen histórico del Registro de la Propiedad y las inmatriculaciones. “Privilegio a la Iglesia, ninguno”, insiste.

–La Diócesis de Tui-Vigo ha inmatriculado en este ‘periodo de gracia’ 74 bienes, pero todos son pequeñas propiedades. Otras Diócesis incluyen las catedrales, como Santiago, Ourense y Lugo ¿qué pasa con la de Tui, o la Colegiata de Vigo que tampoco aparece?

–No todo son inmatriculaciones, porque tenemos prácticamente todos los documentos que avalan la propiedad. Los 500 centros de culto, entre iglesias y capillas, ya estaban inscritos en el Registro de la Propiedad. El nuevo listado se limita a 74 bienes, entre ellas ocho iglesias y atrios, porque al igual que la Catedral de Tui el resto ya se habían registrado antes. También se incluye ahora la casa del obispo, que suponemos es la que figura como La Ollosa en Doctor Corbal, y las últimas donaciones. Lo cierto es que hay errores porque nos atribuyen una capilla de Doña Fermina, que imaginamos puede ser la de A Guía... No hay problema porque estamos a favor de la transparencia.

–¿Qué diría a quienes piensan que la Iglesia se ha apropiado de lo que no es suyo?

–No queremos ni un solo bien sobre el que haya dudas. En la Diócesis de Tui-Vigo no ocupamos nada que no sea nuestro y tenemos documentados los bienes, así como la certeza de su propiedad y prácticamente todos los títulos de propiedad correspondientes. Pero si alguien tiene otra documentación y cree que tiene más derecho, puede reclamarlo. En cuanto a privilegios no hemos tenido ni uno. El Registro de la Propiedad nace para registrar las tierras incautadas a la Iglesia durante las desamortizaciones. Culpar ahora a la Iglesia por poner las cosas a su nombre.... Fue precisamente al revés. Es una campaña contra la Iglesia.

–¿Por qué cree que es una campaña contra la Iglesia?

–Es ya habitual que las informaciones que tratan de desacreditar a la Iglesia salgan semanas antes de que toque hacer la declaración de la renta. Parece una precampaña de descrédito para que los ciudadanos no pongan la cruz en la casilla de ayuda a la Iglesia.

–Relaciona la situación actual con las amortizaciones...

–Con la Guerra de la Independencia el Estado estaba en quiebra y las Cortes de Cádiz requisaron los bienes en “manos muertas” de la Iglesia, aquellos montes y labradíos que no podía vender, ni ceder y que la gente utilizaba para el ganado y los pastos. En Andalucía se vendieron en grandes lotes, de ahí los latifundios, mientras en Galicia y Asturias apenas hubo ventas y se crearon los minifundios. Después, en el siglo XIX llegaron las de Mendizábal y Madoz. Hay que tener memoria histórica y en el caso de la Diócesis de Tui-Vigo se ve claramente como perduran las Iglesias, pues los templos quedaron en manos de la Iglesia Católica, mientras que los monasterios desaparecieron: caso de los monasterios de A Franqueira o Melón. También el de Castelanes de Covelo, algunas de cuyas piedras se utilizaron en el Gran Hotel de Mondariz.

–¿Para qué quiere tantos bienes la Iglesia?

–No tenemos afán de tener cosas, pero somos responsables de cuidar lo que los cristianos del pasado dejaron en nuestras manos y conservarlos para los cristianos del futuro. Los hemos conservado durante siglos. La Diócesis de Tui- Vigo en el siglo VI tenía ya 17 parroquias. Los bienes dan la oportunidad a todos los creyentes de tener un lugar donde rezar y ejercer labores pastorales, pero también facilitan la actividad social. Se ceden a los vecinos, en el caso de mi parroquia hasta para las reuniones de comunidades de vecinos. Durante la pandemia en Vigo la caridad nos ha unido con musulmanes y evangelistas en una amplia red de solidaridad en apoyo de quienes tenían necesidades. Eso se hace también gracias a los bienes de la Iglesia.

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