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Feijóo cuestiona la estrategia de Casado para relanzar al PP: “Del pasado no se reniega, se aprende”

Feijóo, a la derecha, charla con Casado en un acto en diciembre en A Coruña. | //E.P./M. DYLAN

En uno de los peores momentos políticos de Pablo Casado desde su llegada al mando del PP, el presidente de la Xunta y de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, optó ayer por cuestionar su estrategia para tratar de capear el temporal después de que la formación cosechase el peor resultado de su historia en Cataluña, que se une a las derrotas en las generales. El dirigente gallego marcó distancias con el anuncio de abandono de la sede del partido en la calle Génova para simbolizar el inicio de una nueva etapa y el silencio sobre el pasado para frenar el desgaste por el extesorero Luis Bárcenas, condenado por corrupción y a la espera de varios juicios por cuestiones en las que implica a la antigua cúpula popular. “Del pasado no se reniega, se aprende”, espetó Feijóo.

El partido vive momentos de nervios tras el fracaso en Cataluña, donde no solo obtuvo su peor resultado (3 diputados), sino que fue superado por el debutante Vox, encendiendo las alarmas del riesgo de sorpasso a nivel estatal. Ante ese escenario, la cúpula debatió el martes en un comité ejecutivo las medidas a tomar por parte de Casado y su equipo, resumidas en dos: dejar de hablar de Bárcenas y el pasado para no hipotecar el presente (pese a que Casado formó parte del equipo de Mariano Rajoy) y cambiar de sede, abandonando Génova 13, un gesto de carácter simbólico, pues la justicia investiga si se reformaron sus instalaciones usando dinero negro.

En esa reunión, Feijóo no tomó la palabra, pero ayer lanzó varias cargas de profundidad que cuestionan las decisiones de Casado. La importancia de su mensaje deriva del contenido de sus declaraciones, pero también de su propio estatus. Es uno de los principales barones populares, revalidó por cuarta ocasión consecutiva su mayoría absoluta el pasado verano y constituye un puente entre la generación de Rajoy, ya en casa, y la de Casado.

Álvarez de Toledo

Hasta ahora, Feijóo había avalado a Casado tras no dar el salto a Madrid en 2016, cuando gran parte del partido esperaba que relevase a Rajoy, aunque sí criticó los giros a la derecha que representaba Cayetana Álvarez de Toledo, que Casado acabó relevando como portavoz en el Congreso. “Ha defraudado las esperanzas depositadas en él”, arremetió ella tras las catalanas.

En este contexto, el presidente de la Xunta causó un sismo interno durante dos intervenciones en Madrid, hasta el punto de que más tarde el PP gallego tuvo que avalar el liderazgo de Casado y descartar el salto de su referente a Madrid. En TVE y la Cope, marcó distancias con Casado. “Del pasado no se reniega, se aprende”, dijo sobre la negativa a responder sobre las acusaciones de Bárcenas a Rajoy y a su cúpula de cobrar dinero en B.

Reconoció que es “cansino” abordar el tema, pero reivindicó el legado de un Rajoy, cuya honestidad siempre ha defendido. “Nosotros no nos escondemos ni nos empezamos a decir cosas o a titubear en relación con asuntos escabrosos de nuestra historia”, expuso, en clara discordancia con la estrategia de Casado.

Culpa al PSOE

Aun así, sí se sumó al argumentario de su formación culpando al PSOE y a su “mucha influencia mediática” de situar “en el centro del cuadrilátero a un boxeador que ya está inhabilitado y que no forma parte de la velada” en plena campaña catalana.

"No es razonable" abandonar Génova

Pero eso no significa abandonar Génova. “Si cada vez que un partido tiene un problema” va cambiando de sede “no habría una sola sede en España que mereciese ser ocupada por un partido”, dijo. “No parece razonable”, añadió en alusión a aplicar esa medida a “una empresa, organización o partido político” cuando “se tienen problemas con algunas personas o dirigentes”. “Es un asunto interno. La opinión la daré dentro del partido”, añadió, si bien tiró de comparación con el PSOE para aliviar la carga del PP con Bárcenas, reivindicando el derecho a pasar página, como en el caso de los socialista con los ERE de Andalucía, por citar uno de los casos recientes.

Desde el PPdeG explican su punto de vista recordando su propia gestión. “Cuando en 2015 tuvimos malos resultados en las municipales, reaccionamos y cambiamos el partido y el gobierno”, rememoran, insinuando la necesidad de un giro político y no de cambios de sedes.

Encuentro con Casado

Poco después de sus declaraciones, Feijóo se reunió con Casado en Génova, aunque desde el PP estatal encuadraron la cita en los contactos habituales que ambos mantienen cuando el primero viaja a Madrid, donde el jueves se entrevistó con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. El encuentro no figuraba en sus agenda públicas y Feijóo fue captado por las cámaras de LaSexta cuando abandonaba la sede en coche.

De fondo, Feijóo le puso tareas a Casado: menos cambios simbólicos y más crear un partido que una el centroderecha, que es la receta para “ganar”. Galicia ilustra el rumbo a seguir, con un papel marginal de Cs y Vox.

“Hay partidos en ese ámbito [el centroderecha] que lo que quieren es destruir al PP. Lo intentó Ciudadanos, no lo consiguió [...]. El otro es Vox y no lo va a conseguir”, sostuvo, descartando cualquier fusión, como ya hizo en las autonómicas de julio, si bien gracias a ambas formaciones los populares gobiernan Madrid y Andalucía.

La alternativa "al populismo, al socialismo y al independentismo"

Para Feijóo, el PP es “la gran referencia y la única alternativa al socialismo, populismo e independentismo”. Precisamente el acercamiento a Vox en el tono y las formas de Álvarez de Toledo a Vox fue criticado por Feijóo en su momento, vía que mantuvo ayer.

“Lo mejor que le puede ocurrir al populismo, al Partido Socialista y al independentismo es que el centroderecha español continúe dividido”, insistió.

Preguntado al respecto, el alcalde de Madrid y portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida, templó ánimos y celebró “que en los partidos políticos haya opiniones que puedan ser diferentes”. Aseguró que Feijóo y “cualquier afiliado del PP” comparten el proyecto de Casado, pese al delicado momento de su proyecto.

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