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España y Portugal se alían en busca de fondos europeos para construir el AVE Vigo-Oporto

Plataformas de trenes de alta velocidad

Los gobiernos de España y Portugal han acordado relanzar la conexión ferroviaria entre Galicia y el país luso a través de la línea Vigo-Oporto y comunicar las dos ciudades con un tren de altas prestaciones que realice el viaje en una hora y resulte así competitivo frente a los desplazamientos en coche. Para ello, ambos ejecutivos propondrán de forma conjunta a la Unión Europea incorporar el tramo de 150 kilómetros entre Vigo y Oporto a la red básica (prioritaria) del Corredor Atlántico ferroviario con el objeto de poder acudir a fondos europeos con los que financiar las obras de modernización.

De esta forma, se cerraría el mapa ferroviario del Noroeste peninsular, ya que hasta ahora solo se había logrado incorporar a la red básica del Corredor Atlántico –cuyo horizonte de ejecución es el año 2030– la conexión A Coruña-Vigo-Ourense-León, pero sin proyección hacia Portugal, cuyo enlace pertenece a la red global (secundaria) transeuropea, con un plazo de ejecución mucho más largo, ya que se estira hasta 2050.

El acuerdo se alcanzó ayer en una reunión entre las cúpulas de los ministerios de transportes de ambos países, encuentro enmarcado en el seguimiento de la XXI Cumbre hispano-lusa celebrada el 10 de octubre del pasado año en Guarda (Portugal). Por parte española participaron el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Pedro Saura García, y el secretario general de Infraestructuras, el gallego Sergio Vázquez Torrón, junto con representantes de Adif y de Renfe, mientras que por parte portuguesa asistieron el secretario de Estado de Infraestructuras, Jorge Delgado, y otros responsables de las infraestructuras ferroviarias.

“Esta decisión tienen un carácter práctico, pero también simbólico, ya que permitirá rellenar el hueco que había en el mapa en la conexión con Portugal”, destacó en conversación telefónica Sergio Vázquez. Según indicó, será un tren de altas prestaciones, equiparable a un AVE, que reducirá a solo una hora el trayecto entre Vigo y Oporto, siendo totalmente competitivo con respecto al coche.

Red transeuropea de transportes

“Sincronización”

El acuerdo tiene además otras connotaciones políticas. “Ahora hay mayor compromiso, porque el ferrocarril por parte de Portugal estaba muerto. Pero desde hace un año se ha reactivado porque se ha producido un cambio de chip y ahora trabajaremos sincronizados y coordinados, algo que no era así hasta el momento”, sostiene el secretario general de Infraestructuras.

La razón es que Portugal había mantenido paralizados sus proyectos ferroviarios en la última década, a raíz de la doble recesión que arrancó en 2009 y que puso al país luso en una situación muy comprometida, lo que le llevó a poner freno a sus grandes inversiones.

“Existe el convencimiento muto de que la conexión ferroviaria es importante para los dos países y que vamos en serio”, añade Sergio Vázquez.

Esta será la primera vez que los dos gobiernos eleven a la UE una propuesta conjunta en materia de ferrocarril para incorporarse a las redes transeuropeas de transporte. En todo caso, será Bruselas la que tenga la última palabra.

En la reunión se manifestó la apuesta clara de ambas partes por relanzar las conexiones transfronterizas entre España y Portugal e impulsar, a través de la creación de un foro permanente, las reuniones de coordinación necesarias para asegurar la adecuada sincronización de las inversiones, así como garantizar la necesaria interoperabilidad de los sistemas ferroviarios entre ambos países.

La conexión entre Vigo y Oporto estuvo siempre marcada por las frustraciones, porque a momentos puntuales de impulso a esta línea siguieron años de parálisis. En su momento no fue propuesta por la Comisión Europa como parte del Corredor Atlántico, sino que fue un proyecto impulsado por el Parlamento europeo a iniciativa de los socialistas lusos, que logró incorporarla solo como red global (con un plazo de modernización hasta 2050).

En todo caso, también se podría beneficiar de fondos europeos por tratarse de una conexión transfronteriza, una de las prioridades de Bruselas a la hora de distribuir sus fondos. Si la UE acepta incluir la línea Vigo-Oporto, podrá optar a la bolsa de 30.600 millones de euros del Mecanismo Conectar Europea, dinero que se repartirá por concurrencia competitiva entre los distintos países, que deben presentar proyectos muy completos de modernización del ferrocarril para sumar más opciones en el reparto de los fondos.

No obstante, el Gobierno central aún no ha dado a conocer los proyectos con los que pretende modernizar –y competir por los fondos europeos– la línea desde A Coruña hasta León pese a que desde Galicia, la Xunta y los empresarios le reclaman que agilice al máximo el proceso y no se pierda más tiempo en una iniciativa que ya acumula demasiada demora.

La conexión con Oporto dará además todo el sentido a la salida de sur de Vigo –para la que próximamente se licitará un estudio previo de alternativas–, ya que los trenes no tendrán que retroceder hasta Redondela para proseguir su camino hacia Portugal.

Protesta de Feijóo

Precisamente ayer, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, urgió la licitación de la salida sur de Vigo que, recordó, ya cuenta con un estudio previo elaborado cuando José Blanco era ministro de Fomento y con otro informe de la Xunta, y lamentó que el actual Ejecutivo, en vez de avanzar en esa infraestructura “estratégica”, quiera realizar “otro estudio” más.

Tras reunirse con el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Jesús Vázquez Almuíña, el presidente gallego constató que “cuando no se quiere hacer algo, se hacen estudios continuados”, e instó al Ministerio de Transportes a licitar esa salida ferroviaria en base a los estudios que ya se hicieron y que considera que siguen vigentes.

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