La reforma de la ley de salud de Galicia, en el foco de la polémica estos días tras la campaña de correos masivos en su contra con insultos, amenazas y descalificaciones dirigidas al Parlamento y a diputados, ultima su tramitación sin acercamiento entre los grupos políticos. De hecho, de las 54 enmiendas que en total presentaron socialistas (30) y nacionalistas (24), los populares solo están dispuestos a aceptar una modificación propuesta por el BNG que afecta a la exposición de motivos e incide en “revisar el lenguaje sexista en toda la redacción” del proyecto legislativo.

Con respecto al articulado inicial, en su vuelta al pleno del Parlamento para su aprobación definitiva únicamente sumará las cinco enmiendas presentadas por el PP y que atañen fundamentalmente a la planificación, con el foco en el desarrollo de la Estratexia Galega de Saúde y los planes por área.

A la espera, no obstante, de que en su último debate en comisión se pueda producir algún otro cambio, ninguna de las modificaciones que sufre la reforma legislativa impulsada por los populares atañe a los artículos que han sido objeto de polémica esta semana, ante la campaña de cientos de correos masivos de los negacionistas y antivacunas.

La futura norma establece nuevas infracciones en salud pública y sus correspondientes sanciones. Así, saltarse una cuarentena siendo positivo conlleva una multa de hasta 60.000 euros, que se elevaría a un máximo de 600.000 en caso de reincidencia El rechazar una vacuna cuando así sea prescrita por el personal sanitario estará multado con entre 1.000 y 3.000 euros, salvo que provoque daños de forma directa en la salud de la población. Y el no llevar mascarilla se sancionará con un mínimo de 100 euros.