Ahora que el apellido “inteligente” está de moda e incluso se aplica a las ciudades que quieren estar a la última, también el turismo quiere merecérselo. Para ello Galicia y el Norte de Portugal participan en un proyecto europeo para mejorar la gestión de los recursos con los que atraen visitantes a través de las tecnologías de la información y de la comunicación. Trabajan en un doble objetivo: controlar a los turistas y gestionar los enclaves más populares cuando se masifiquen, en momentos “muy puntuales”, para evitar su degradación. Y si hay un monumento visitado en Galicia, y se prevé que lo sea más en Xacobeo, es la catedral de Santiago que en la anterior cita del Año Santo rivalizó con la Alhambra de Granada en cifras de turistas, de ahí que la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia empiece por ahí.
Por eso ha sacado a contratación por 113.000 euros el suministro y la puesta en marcha de un sistema de circuito cerrado de televisión para la “videovigilancia, control de flujos y aforos” en la seo compostelana. Para ello plantean un proyecto piloto de sensorización que permita “gestionar en tiempo real” la saturación del templo. La meta es poder controlar el aforo y la seguridad, pero también, señalan en los pliegos del contrato, “redistribuir los flujos de visitantes sin provocar la frustración del turista” y al tiempo “aplicar posibles medidas de seguridad en la gestión de la crisis sanitaria” del COVID ante la celebración del Xacobeo, una ocasión en la que prevén que aumente “sustancialmente” la concentración de viajeros en el templo.
Lo que pretende la Administración gallega es que el sistema permita controlar aforos y realizar estudios de carácter estadístico de las franjas horarias de las visitas, qué tipo de turista (edad, sexo) acude o conocer las zonas de tránsito y cuánto tiempo permanecen en el inmueble.
Todo ello, advierte, teniendo en cuenta que se está trabajando con un monumento histórico-artístico, por lo que el adjudicatario debe “cuidar la estética” a la hora de realizar las instalaciones y vigilar los materiales.
Respecto al proyecto de la eurorregión, según consta en las cláusulas, busca aplicar las TIC en dos frentes: controlar los altos niveles de demanda turística en ciertos puntos para contribuir a su sostenibilidad e implantar sistemas que permitan gestionar los altos niveles de afluencia a los que se ven sometidos ciertos puntos en momentos “muy puntuales” para paliar los principales efectos negativos derivados de la masificación,
