La doble cara de la innovación: más inversión pero menos empresas

I+D

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Paula Pérez

Paula Pérez

Santiago

El sector privado invierte ahora más dinero en investigación y desarrollo que hace una década –concretamente 93 millones de euros más– pero este gasto se concentra en cada vez menos empresas. El número de firmas que gastan en I+D se redujo un 15 por ciento. Solo 629 compañías gallegas dedican parte de sus recursos a innovar cuando en 2010 eran 738. Pero además también hay menos empresas clasificadas como de alta tecnología: de 281 se ha pasado a 254, un 10 por ciento menos. La fortaleza y la competitividad del tejido empresarial gallego dependen en buena medida de su apuesta por la innovación y, aunque el desembolso monetario en conjunto sea mayor, si el I+D no se llega a más firmas, éstas se colocan en situación de vulnerabilidad sobre todo en situaciones de crisis como la que traerá ahora la pandemia de coronavirus.

Según los últimos indicadores del Instituto Galego de Estatística (IGE) correspondientes al año 2019, es el sector privado el que está tirando en los últimos años del gasto en I+D en Galicia. Pero no es suficiente, sobre todo si se compara, con el resto de países europeos o incluso con el Norte de Portugal.

El gasto en investigación de las empresas gallegas fue de 332 millones de euros en 2019, lo que supone un incremento del 38,7 por ciento en una década. En el último año el aumento fue del 11,2 por ciento. Sin embargo, está inversión está en manos de solo 629 empresas, un centenar menos que hace diez años, pero también veinte menos que en 2018.

En el sector de la alta tecnología ocurre lo mismo. En el último año se perdieron 13 manufactureras de tecnología alta o medio-alta y 6 compañías de servicios de alta tecnología. El balance desde 2010 es peor: casi 30 firmas menos.

¿Y en qué invierten las compañías gallegas? Sobre todo en producción y tecnología industrial (126 millones de euros). Los sistemas de transporte y telecomunicaciones absorben otros 55,6 millones de euros de las empresas y la producción, distribución y utilización de energía 44 millones más.

El grado en inversión en I+D no depende tanto del tamaño. Es decir, el hecho de que el tejido empresarial gallego esté conformado en gran medida por firmas pequeñas no tendría que ser escollo, puesto que en la UE hay un alto grado de innovación entre las pymes. De hecho, el 70 por ciento de las compañías que invierten en I+D en Galicia tienen menos de 50 empleados y aportan un tercio del gasto realizado por empresas con sede social en Galicia.

Por el contrario, solo 47 firmas de más de 250 empleados destinan parte de sus recursos a la innovación, pero aportan un mayor volumen de fondos: 137 millones, casi la mitad del total de inversión privada en I+D.

La clave, según apuntan los expertos, podría estar en el tipo de actividad económica y los sectores con más predominancia en Galicia. En Galicia hay 233 industrias que invierten en I+D y otras 357 compañías de la rama de los servicios.

Sin embargo, en sectores como la agricultura o la construcción, con importante peso en la economía gallega, apenas se apuesta por la investigación. Solo hay 10 firmas del ámbito agrario que destinan fondos a innovación y únicamente 28 en la construcción.

En todo caso, si la inversión en I+D creció en Galicia en la última década fue gracias al sector privado. En el caso de la administración pública el gasto apenas creció en 650.000 euros hasta situarse en los 85,3 millones mientras que las universidades solo elevaron su aportación en 2,3 millones hasta los 209 millones de euros.

El impacto “moderado” de los fondos europeos

Una de las herramientas para promover entre las empresas una mayor innovación son los fondos europeos. Sin embargo, un estudio apunta que su impacto ha sido “moderado” y “desigual” en función de las características de cada empresa. Los profesores de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago (USC) Xavier Vence y Diego Sande acaban de publicar un artículo en la Revista Galega de Economía donde analizan el impacto del programa Feder-Interconecta (desarrollado en el marco del Fondo Tecnológico) en el anterior periodo de fondos comunitarios que estuvo abierto hasta 2015. Así, analizaron un total de 307 empresas beneficiarias de los fondos, el 80,7 por ciento del total, y apreciaron diferencias según se trate de empresas gallegas o foráneas con implantación en Galicia. Por ejemplo, la dotación de fondos europeos permitió a las compañías de fuera incrementar sus puestos de trabajo en 15.436 empleos, mientras que, por lo contrario, en las firmas gallegas, no solo no hubo aumento de la plantilla, sino que incluso se redujo el personal en 3.776 personas. Por sectores también hay notables diferencias. Las empresas dedicadas a la fabricación y la ingeniería metálica, instalaciones eléctricas, consultoría en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) o los servicios de ingeniería obtuvieron más beneficios al recibir los fondos europeos que las compañías de otras ramas. Así, por ejemplo, en la construcción naval y aeronáutica la implementación de fondos europeos solo permitió ampliar el empleo y la inversión, pero no elevó los ingresos, ni el Valor Añadido Bruto, ni la rentabilidad. La investigación valora también como “claroscuro” la baja movilización de las pymes para optar a estos fondos europeos. Además, advierte que el incremento del gasto en I+D por parte de las empresas beneficiadas pudo deberse “a situaciones contextuales y externas al programa” y además faltaron proyectos de envergadura que pudiesen transformar de manera significativa la capacidad tecnológica de algún sector.

Galicia invierte 100 euros menos per cápita que la media nacional

La recesión económica de 2008 tuvo un impacto directo en la inversión en I+D en Galicia, que tocó fondo en 2013 con 468 millones de euros. A partir de entonces el gasto en investigación volvió a crecer, pero aún así Galicia sigue sin alcanzar la media nacional. La inversión per cápita en Galicia, tanto pública como privada, es de 232 euros cuando en España es casi cien euros superior: 330. También en términos de PIB el esfuerzo es escaso. En la comunidad gallega el gasto en I+D representa el 0,97% de su Producto Interior Bruto, cuando en España es el 1,25 por ciento y en la UE, con datos de 2018, representaba el 2,18 por ciento. En niveles previos a la crisis Galicia llegó a alcanzar el 1 por ciento de inversión respecto a su PIB.

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