Desde que el patrimonio de la familia Franco entrase a formar parte del debate público hace algunos años, han ido conociéndose, poco a poco, los elementos que lo conforman. En esta ocasión, un documento legal fechado en el año 2018 desvela el dato del valor de tasación de la Casa Cornide, uno de los inmuebles más cuestionados de los que engrosan el erario personal de la familia del dictador.

El documento, en el que consta que Francis Franco Martínez Bordiú transmitió su parte indivisa del palacete coruñés a su sociedad, Pristina S.L, cifra el valor de la séptima parte del inmueble en 699.996,72 euros. Con esto, es fácil hacerse una idea del valor total de la casa, que ascendería, sumando las partes indivisas de los siete hermanos y herederos, a un total de 4,9 millones de euros.

El valor de la casa era, hasta el momento, una incógnita, pues, si bien la familia tiene el inmueble a la venta desde el pasado julio, el precio de venta no constaba en ninguno de los anuncios publicados en distintos portales inmobiliarios. El pasado noviembre, sin embargo, una de estas webs pudo haber dado una pista con respecto a la cuantía que la familia pide por el edificio a posibles interesados. El portal Idealista publicaba, durante unas horas, el anuncio con el precio a la vista: 3,5 millones de euros, un dato que fue retirado esa misma tarde. De ser ese finalmente el precio por el que la familia Franco estaría dispuesta a deshacerse de la Casa Cornide, estarían vendiendo la propiedad por una cuantía mucho menor a su valor de tasación, con casi 1,5 millones de euros de diferencia.

Como hace constar en el mismo documento, el tercer nieto de Franco y primero de sus herederos varones, transmitió también a su compañía, de la que es único administrador, su séptima parte indivisa de otras dos elementos del patrimonio de la familia sobre los que pesa la sospecha de expolio: el Pazo de Meirás y las estatuas de Abraham e Isaac, elaboradas por el Mestre Mateo para el Pórtico da Gloria, ambos declarados como Bien de Interés Cultural (BIC). Una denominación que el Concello y la Xunta persiguen también para Cornide, pero que, de obtenerse, no impediría a los Franco deshacerse de la propiedad si así lo desean, aunque sí obligaría a sus propietarios a abrir el palacete a visitas y comprometerse con su mantenimiento y conservación.

La Xunta ultima los trámites para incoar el expediente de declaración como BIC de la Casa Cornide. Así lo manifestó ayer la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez Insua, como respuesta a una pregunta en el Parlamento Galego sobre el estado de los informes.

La representante de la Consellería de Cultura explicó que la Xunta recibió la solicitud del Concello, acompañado por un informe histórico y artístico dirigido por el catedrático coruñés Alfredo Vigo Trasancos, que llevó a cabo un proceso de investigación y análisis para determinar los valores patrimoniales de la estructura y sus características históricas. La Xunta cedió los documentos a los órganos consultivos, el Consello da Cultura Galega, la Real Academia de Belas Artes y la Escuela Técnica superior de Arquitectura de A Coruña, con el objetivo de reducir los tiempos de tramitación y administración, según explicó Martínez Insua. Estos órganos se encuentran, ahora mismo, evaluando la consideración del inmueble como bien patrimonial de Galicia y la pertinencia de la declaración BIC.