La hasta ahora estación de autobuses de Santiago de Compostela vive sus últimos viajes, con vistas a una demolición que comenzará con la licitación de las obras en el mes de marzo y el inicio de los trabajos en verano de 2021. La Xunta ultima el proyecto para echar abajo la vieja estación, que costará 1,5 millones de euros, siempre una vez finalizada la construcción de la nueva terminal, que forma parte del proyecto de la intermodal de la capital gallega y a la que faltan "pequeños" detalles para su entrada en funcionamiento.

Según explica la Administración autonómica, la demolición comenzara con la zona de las dársenas de autobuses y continuará por el volumen de la terminal de pasajeros, situada a la altura de la Praza de Camilo Díaz Baliño, frente a la sede de la Administración gallega en el complejo de San Caetano.

Para salvar el desnivel entre la plaza y la Avenida de Rodríguez de Viguri, se mantendrán los muros de contención de tierras. Además, en caso de que fuese necesario, el proyecto contempla la adopción de las medidas necesarias para consolidar los elementos estructurales a través del apuntalamiento de los muros.

Una vez ejecutados los trabajos de demolición, la Xunta prevé "avanzar" en la ejecución del nuevo edificio administrativo de San Caetano, proyecto para el que la Administración autonómica estima gastar unos 29 millones de euros, según las cifras publicadas hace año y medio tras el concurso de ideas convocado para la ampliación del complejo.

Además, los trabajos de demolición de la antigua terminal también incluyen una zona de dársenas para la parada de autobuses que emplean los empleados públicos para acudir a su puesto de trabajo. La parada estará en la Avenida de Rodríguez de Viguri, frente a la actual estación.