La intensidad de la borrasca que azota Galicia esta semana obligó ayer a la Xunta a ampliar a toda Galicia la alerta naranja por lluvia y viento. La fuerza del temporal se dejó sentir tanto en el interior de la comunidad como en la costa, con olas de entre cinco y siete metros de altura. Y hoy persistirán prácticamente las mismas condiciones, por lo que toda Galicia se mantendrá en aviso naranja. A consecuencia de la alerta, los concellos de A Coruña y Lugo ordenaron el cierre de los parques y jardines públicos. Además, el coruñés clausuró los accesos a las playas

Ayer fueron muchos los puntos que registraron rachas de viento de más de 100 kilómetros por hora. La máxima fueron los 129,4 kilómetros horas anotados en Viveiro al mediodía, no muy lejos de los de los 128 km por hora de Cedeira. En la provincia de Pontevedra, la ráfaga de mayor intensidad se produjo en Oia, con 111 kilómetros por hora, seguida de los 100 km en Bueu. Y acercándose a los 90 kilómetros golpeó el viento en la islas Cíes y Ons. El vendaval no han fue exclusivo del litoral, sino que también fueron varios los puntos del interior en los que se ha llegado a picos de más de 100 kilómetros horas, especialmente en zonas elevadas.

Esta madrugada todos estos valores quedaron superados tras una noche de fuertes vientos en la que Carballeda de Valdeorras (Ourense) registró la racha máxima: 192km/h. MeteoGalicia prevé que los fuertes vientos sigan presentes, con rachas que superarán los 100 km por hora en la costa coruñesa y lucense, así como en la alta montaña del interior de Lugo y Ourense.

Las precipitaciones, por su parte, resultaron menos copiosas que las registradas el miércoles, cuando pasó por Galicia la borrasca Gaetán. Los 41,5 litros por metro cuadrado caídos en Entrimo (Ourense) son la máxima de la jornada, lejos de los 98 recogidos en Santa Comba en la tarde del miércoles. El registro máximo de esta madrugada apunta a 38,5 litros por metro cuadrado en Muíños (Ourense)

El 2020, un año con temperaturas de récord

Mientras la comunidad sufre los efectos de la borrasca, MeteoGalicia publicó el avance de su informe climatológico anual que recoge que 2020 fue en Galicia el año con la segunda mayor temperatura media desde 1961, tan solo superado por 1997. El registro medio anual fue de 14,58 grados centígrados, aproximadamente un punto por encima del valor climático previsto, y con especial incidencia en la media de las temperaturas mínimas, que fue de 1,1 grados más de lo esperado.

La mayor temperatura media viene dada por los valores “extremadamente cálidos” del mes de mayo, provocados por el predominio de las condiciones anticiclónicas y la gran estabilidad de ese período. En julio también se dieron “muchas jornadas con avisos por temperaturas extremas” en el sur de Galicia; mientras que el mes de febrero fue anormalmente cálido.

En cuanto a las lluvias, 2020 fue un año “ligeramente seco”. La precipitación media acumulada fue de 1.237 litros por metro cuadrado, un 5% por debajo de los valores medios.