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Los gallegos se vuelven más previsores ante una futura incapacidad

Designar tutores y otorgar poderes preventivos va a más por “preocupación” y para evitar conflictos | Tras el confinamiento, la inquietud por la salud reaviva estos trámites

Es común que muchas personas expresen su última voluntad para que quede constancia de qué ocurrirá con su patrimonio después de que hayan fallecido. Pero otros también piensan en el antes, por ejemplo tomando decisiones reflejadas en el testamento vital sobre el destino de su cuerpo y los tratamientos que desean recibir, y cada vez son más quienes aprovechan mientras pueden ejercer su autonomía para dejar constancia de qué ocurrirá con ellos y con sus bienes en caso de una situación de incapacidad sobrevenida, como quién gestionará su patrimonio, quién se ocupará de su cuidado y de la toma de decisiones... Este tipo de documentos de carácter preventivo cada vez van a más en Galicia. En 2019, los notarios de la comunidad registraron una media de diez por semana, entre autotutelas y poderes preventivos para el caso de incapacidad, según datos del Ilustre Colegio Notarial de Galicia.

En total, solo durante ese año se otorgaron 323 autotutelas (que cuando entre en vigor la nueva legislación de discapacidad pasarán a denominarse autocuratelas) y 211 poderes preventivos, pero si se tiene en cuenta la cifra de este tipo de actos jurídicos desde el año 2007 hasta el primer semestre de 2020, ambos incluidos, suman más de 4.100 en toda la comunidad. En algún caso una misma persona puede optar por otorgar ambos, porque, como explica el decano de los notarios gallegos, José María Graíño, son “compatibles”.

“Cada vez hay más inquietud y preocupación de las personas ante una discapacidad, sea latente o sobrevenida, como consecuencia de una enfermedad neurodegenerativa o algún accidente que afecta a sus capacidades cognitivas o volitivas”, señala Graíño, de ahí que se opte “cada vez más” también por realizar estos documentos notariales que tienen carácter preventivo y cuya finalidad es “determinar qué clase de apoyo se va a necesitar y quién va a ejercitarlo y con qué alcance”. No solo hay más predisposición a reflejar esta “voluntad”, sino que también, apunta, se “van a prevenir muchísimos conflictos”. Con la ventaja, añade, de que se pueden revocar si acaso se pierde la relación de confianza con el designado.

El Consejo General del Notariado aconseja otorgar ambos documentos, porque, como indica Graíño, son “compatibles”. En ambos casos una persona designa a otra para que actúe representando sus intereses si llega a perder la capacidad precisa para manifestar su voluntad, explica el Consejo General. En la autotutela –la autocuratela que vendrá– se designa además a un tutor legal en caso de ser incapacitado, que precisa autorización del juez para operaciones patrimoniales.

Además, Graíño considera que cuando se apruebe el proyecto de ley de discapacidad es previsible que estas gestiones vayan a más porque se va a “potenciar” el que las personas realicen su plan documental de acuerdo con las “preferencias, voluntad y deseos de quien otorga el poder”, en un “traje a medida” porque “cada persona es diferente y lo son sus circunstancias”.

Y aunque el entusiasmo por dejar constancia por “quién, cuándo, cómo y dónde” se desea ser cuidado sufrió los efectos del coronavirus en el confinamiento –los poderes preventivos cayeron casi un 40% y las autotutelas, un 30%– la enfermedad sirvió de acicate para recuperar después la actividad, informa Graíño. La pandemia actuó también en esa línea con las instrucciones previas, el testamento vital: ya son más de 11.300 gallegos (a fecha del pasado octubre) los que dejan constancia de su voluntad médica, un 20% que un año antes. Este documento también se puede otorgar ante notario y Graíño explica que se incluiría en el “paquete” de medidas de carácter preventivo y voluntario.

José María Graíño Paulo Brandao

“La nueva ley prioriza la voluntad de las personas manifestada ante notario”

JOSÉ MARÍA GRAÍÑO - Decano del Colegio Notarial de Galicia

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–¿Hay un perfil de quienes otorgan autotutelas o poderes preventivos para el caso de incapacidad?    

–El perfil va cambiando y ahora no solo los mayores, sino los jóvenes, manifiestan esa preocupación por hacer estos documentos.

–¿La gente conoce esta opción?   

–Son documentos que la gente no conoce y, cuando vienen a informarse en la notaría, muchas veces lo hacen pensando solo en el testamento, pero los notarios aprovechamos para explicarles que tienen otros documentos para planificar su vida de presente y de futuro. Yo hablo muchas veces del “plan documental”, como cuando uno tiene un plan de seguros. Hay que tener un plan documental y esos documentos tienen que ir adaptándose a los diferentes ciclos vitales de las personas. Una vez les asesoramos, mucha gente lo hace ya el mismo día: el poder preventivo, el nombramiento de autocuratela y el testamento vital y ahí aprecias como se queda con una tranquilidad de que va a tener ese aspecto cubierto.

–En sus despachos se pueden otorgar también los documentos de instrucciones previas, el llamado testamento vital. Las cifras siguen subiendo. ¿Ustedes lo notan?   

–Sí. Va un poco relacionado con el resto de los documentos de los que hablamos. Como decía antes, cuando alguien viene a preguntar por un testamento, le explicas que tiene estos instrumentos y los hacen, en algunos casos también incluido el documento de voluntades anticipadas. A los notarios nos gusta mucho que la gente tenga conocimiento de que existen estos instrumentos que les van a ayudar muchísimo a evitar conflictos, porque los temas familiares, como no se determinen bien, generan una conflictividad enorme. Además la gente cree que estos documentos tienen un coste elevado y no es así, sino que son asequibles y les van a evitar muchos problemas. Sobre todo a los mayores, el conflicto les preocupa más. Y un poco el ámbito en que nos movemos los notarios es como la medicina preventiva: somos seguridad jurídica preventiva.

“Estos documentos tratan de que la persona lleve a cabo su proyecto vital con dignidad”

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–Y la autonomía importa.

–Con todos estos documentos se trata de conseguir que las personas puedan llevar a cabo su ciclo vital, con la máxima dignidad tanto en la vida como en el momento del fallecimiento y siempre con respeto absoluto a su autonomía y a su libertad de decisión. 

–¿Cómo va a afectar a este tipo de figuras el proyecto de ley de Discapacidad? ¿Las elimina?

–Todo lo contrario. Se potencian. Va a ser un nuevo modelo de discapacidad. Los notarios, como tenemos una relación muy directa con las personas en todos estos ámbitos, vamos a tener una labor muy importante a la hora de asesorar para que estas realicen su plan documental. Hay una prioridad absoluta en la nueva ley a la voluntad de las personas manifestada en documentos notariales.

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