Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Menos de diez nacimientos en casi la mitad de los concellos y ninguno en once

La regresión demográfica, que afecta a toda la comunidad, se revela con mayor intensidad en los ayuntamientos rurales | En dieciocho solo se registró un alumbramiento

Menos de diez nacimientos en casi la mitad de los concellos y ninguno en once

La crisis demográfica se extiende por los cuatro costados de la comunidad autónoma, pero incluso así una radiografía detallada evidencia que la regresión poblacional se muestra con mucha más intensidad en los ayuntamientos rurales de Galicia. Así, en once concellos no se produjo nacimiento alguno durante todo un año, mientras que en 138, que representan el 44% del mapa municipal, se registraron menos de diez alumbramientos. En el resto, aunque las cifras son mejores, non llegan ni por asomo para compensar las defunciones que se producen en la comunidad, que doblan a los nacimientos desde hace ya algunos años.

De hecho, el número de nacimientos en 2019 ha sido el mínimo histórico, la cifra más baja desde que comenzaron los registros en el año 1941. Tan solo se han registrado 15.783, según los datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Son unos 800 menos que los producidos en 2018, pero apenas representan poco más de una cuarta parte de los nacimientos registrados en 1941, cuando casi se alcanzaron los 53.000.

En este desierto demográfico, la provincia de Ourense destaca muy por encima de la tres restantes. De los once municipios en los que en 2019, según el Instituto Galego de Estatística (IGE), no se registró ningún nacimiento, ocho pertenecen a esta demarcación: Beariz, Os Blancos, Cenlle, A Teixeira, A Bola, Gomesende, Quintela de Leirado y Chandrexa de Queixa. Otros dos concellos que quedaron con el contador a cero corresponden a la provincia de A Coruña (Mañón y Toques) y el último, Negueira de Muñiz, está en la provincia de Lugo.

Con un solo alumbramiento durante todo un año se contabilizaron 18 municipios, de los que 14 pertenecen, de nuevo, a la provincia de Ourense: Xunqueira de Ambía, Entrimo, Lobeira, Piñor, Vilar de Barrio, Carballeda de Avia, Montederramo, Padrenda, Pontedeva, Verea, O Bolo, Larouco, Castrelo do Val y Laza. Otros tres son de la provincia de Lugo (Ribeira de Piquín, Muras y A Pobra de Brollón) y uno de la de A Coruña (A Capela).

En esta lista de los 29 ayuntamientos afectados con mayor intensidad por la regresión demográfica no figura ninguno de la provincia de Pontevedra, la que presenta el mayor dinamismo poblacional de la comunidad.

Prueba de ello es que en 2019 en Lugo y Ourense la cifra de decesos triplicó la de nacimientos, mientras que en A Coruña prácticamente fue el doble y en Pontevedra, los decesos fueron un 60% superiores a los alumbramientos.

Si se toma como referencia los concellos con menos de diez nacimientos al año, entonces la cifra se dispara hasta los 138, la inmensa mayoría de ellos pertenecientes a las provincias de Ourense y Lugo, puesto que a la de A Coruña corresponden veinte y a la de Pontevedra solo ocho: Mondariz-Balneario, Dozón, Covelo, Crecente, Campo Lameiro, A Lama, Forcarei y Fornelos de Montes. En total, en casi la mitad de los ayuntamientos de la comunidad nacen menos de diez niños al año.

Relevo generacional

Esta caída de la natalidad, que además se acentúa conforme pasan los años, impide el relevo generacional. Porque frente a los 15.783 nacimientos registrados en 2019 en Galicia, se produjeron nada menos que 31.268 fallecimientos.

La diferencia entre partos y decesos determina el saldo vegetativo, una evolución que se muestra negativa desde el año 1988, cuando los fallecimientos superaron por primera vez a los nacimientos. A esto se suma que además la comunidad gallega registra el peor saldo vegetativo de España por vigésimo año consecutivo. En ningún otro territorio son tan malos los datos. El de 2019 fue de -15.485.

Pero a pesar de estas cifras, la población gallega volvió a ganar habitantes en 2019, fenómeno debido exclusivamente al movimiento migratorio, es decir, a que se empadronó más gente en Galicia de la que se marchó al exterior, provocando un saldo positivo de casi 18.000 habitantes que compensó la diferencia entre nacimientos y defunciones.

A 1 de enero 2020 los números definitivos del IGE situaron en 2.702.592 los habitantes de la comunidad, un 0,08% más (2.151 personas) que el año anterior, replicando un comportamiento común a toda España, donde la inmigración también hizo que se ganara población. Tan solo tres comunidades autónomas (Extremadura, Asturias y Castilla y León) perdieron habitantes.

Por edades, el incremento de la población gallega en el año 2019 se produjo en el rango de entre 10 y 24 años, que aumentó en 5.002 personas, en el grupo entre 45 y 64 (+11.722), en el de 70 a 79 años (+10.420) y en el colectivo de las personas de 85 años o más (+5.402). Por contra, disminuyeron con respecto al año anterior la población menor de 10 años (-5.229), así como el grupo de entre 25 y 44 años (-17.259) y los de entre 80 y 84 (-7.791).

Por nacionalidad, el número de extranjeros se incrementó en la comunidad un 12,5%, lo que contribuyó a que Galicia ganara población. Ahora ya suman 116.255 y representan el 4,3% de los habitantes totales.

Nacimientos por ayuntamientos

Nacimientos por ayuntamientos Simón Espinosa

Compartir el artículo

stats