Galicia ha vivido este 31 de diciembre, último día del año 2020, la apertura de la Puerta Santa, ritual que marca el inicio de los años jubilares y cuyo desarrollo ha sido muy diferente al de 2010, por la pandemia y por preservar la restauración de la remozada catedral, sin generar en el templo polvo ni manchas. Dio así comienzo a un Año Santo que se prolongará hasta 2022, una medida extraordinaria tomada a causa de la pandemia del coronavirus. La esperada noticia, que figuraba en las quinielas y ruegos de todos los agentes implicados, la ha dado, justo antes del vuelo del botafumeiro, el nuncio apostólico para España, Bernardito Auza, que ha dado lectura a un decreto de la penitenciaría apostólica, fechado a inicios de este mes de diciembre, en el que, teniendo en cuenta las difíciles circunstancias que se viven en todo el mundo por la pandemia de la covid-19, el Papa acuerda prorrogar los dones espirituales vinculados al Año Santo durante todo el año 2022.

Antes de eso, el muro de la Puerta Santa no ha sido derribado, como era tradición, para evitar daños en la remodelación. Tampoco ha habido multitudes, pues el aforo ha sido reducido.

Y, si bien el último Xacobeo celebrado hace once años se preveía un éxito; el de ahora está lleno de incógnitas.

Las previsiones más optimistas confían, con todo, en que a medida que avance 2021 vaya remontando este acontecimiento turístico y económico de primera magnitud.

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, cubierto por un paraguas debido a las incesantes lluvias de la jornada, ha recordado el "deseo de llegar" de los peregrinos y el filipino Bernardito Auza, nuncio del Vaticano, ha dado lectura al escrito del Papa Francisco.

"La meta es tan importante como el Camino mismo", ha sido uno de los mensajes del santo padre recogido en un texto con data de hace apenas un par de semanas. Francisco ha pedido confiar el corazón a los "compañeros" de ruta y ha pedido a todos los presentes que no se olviden de rezar por él.

El momento central ha sido, tras el canto gregoriano, cuando Barrio, a las cinco de la tarde, se dispuso a recoger el martillo donado el pasado 25 de julio para la ocasión. Tres golpes, una llave y apertura de una de las hojas.

Ya se pueden ganar las indulgencias del jubileo.

El arzobispo, después de tomar la cruz, fue el primero en atravesar la Puerta Santa, acceso adornado con flores. A continuación, todos los componentes de la comitiva procesional.

En esta ocasión, la mayor parte de los integrantes del acompañamiento civil y religioso ya estaban en el interior, esperando, por la necesidad de evitar aglomeraciones.