Ballenas azules dándose un festín en Ons, orcas causando algún que otro susto a la mismísima Armada y hasta el animal más grande del mundo han sido algunas de las visitas que han recibido durante el 2020 las costas gallegas. Algunos de las especies más espectaculares del mar se han mostrado en todo su esplendor para sorpresa de aquellos que se encontraban en el lugar oportuno en el momento adecuado.
Las orcas han sido unas de las grandes protagonistas. El grupo de estos animales se ganó muy mala fama durante su travesía por aguas gallegas al mostrarse atraídas por las embarcaciones de vela. Aunque los biólogos atribuían sus interacciones a un simple juego, algunos de los barcos sufrieron daños y se enfrentaron a un susto mayúsculo. Esto le sucedía al velero Mirfak de la Armada española que se topó con esta particular pandilla a cuatro kilómetros de la costa de Corrubedo. Los tripulantes del velero pudieron grabar cómo uno de los cetáceos arranca un trozo de uno de los timones de la embarcación.
Mejor suerte corrió el "Carigus II". En plena travesía desde Sada hacia Ribadeo recibió la visita de los temidos cetáceos cuando se encontraba a una milla escasa de Cabo Ortegal. Las medidas adoptadas por el patrón, asesorado por Salvamento Marítimo desde el aire, resultaron claves para sortear la situación.
Estos avistamientos son cada vez más frecuentes, pero a veces también se prestan a la confusión. El pasado septiembre la aparición de una cría de cetáceo muy parecida a las orcas dejó atónitos a quienes paseaban por el río Alvedosa, en Redondela. En los chats científicos, pese a la semejanza, se decantaron por identificarla como un ejemplar de delfín común. Con todo, mostraron su extrañeza por su presencia en aguas tan someras como la desembocadura de un río.
Pero no solo las orcas han sorprendido en las costas gallegas. Una ballena azul dándose un gran festín cerca de Ons también dejó una estampa poco habitual.
Incluso en este 2020 se han producido avistamientos que llamaron la atención de veteranos en lides con el mar. A Julio Alonso, expatrón mayor de Vigo, le sorprendió sobre todo el tamaño del tiburón con el que se encontró el pasado mes de abril a la altura de Cabo Estai "nunca había visto un peregrino tan grande en la ría de Vigo".
