Vivimos en un Mundo de complejidad creciente, dende el conocimiento gana relevancia como herramienta para responder a desafíos y acotar incertidumbres. Un Mundo que se acelera y en el que las megatendencias (envejecimiento, digitalización, cambio climático…) afectan el día a día de ciudadanos y empresas.
Galicia cuenta con un nivel de autogobierno muy elevado; estamos en el 10% de las regiones europeas con mayor capacidad para gestionar nuestros problemas colectivos. Eso es una ventaja, porque permite tomar decisiones ajustadas a nuestras particularidades y posibilidades. Es evidente que nos conocemos mejor que nadie y podemos tomar las mejores decisiones.
En Galicia existe mucho capital humano y mucho conocimiento: en sus universidades, en sus empresas, en su Sociedad. Pero es un capital humano que, me temo, no estamos rentabilizando desde un punto de vista social y colectivo. Y podríamos hacerlo. Creo, de verdad, que todos ganaríamos y mucho si la Xunta y el Parlamento se abriesen más e involucrasen a la Sociedad en la definición de sus estrategias y propuestas, en la revisión de sus políticas públicas y en la redacción de leyes.
Deberíamos ver múltiples grupos de trabajo por doquier. No grupos de trabajo representativos de los diferentes colectivos. De esos ya tenemos y hacen su trabajo en las mesas de diálogo social, en el Consejo Económico y Social de Galicia. Necesitamos grupos formados por personas destacadas en el ámbito que corresponda en cada caso, que tengan cosas que aportar, por su experiencia y su conocimiento. Y necesitamos unos responsables políticos y unos funcionarios permeables, abiertos a reflexionar y cambiar. Las sinergias de ese diálogo serían formidables en casi todo. Alguna de las experiencias puestas en práctica así lo demuestra.
Toca ser más ambiciosos. Toca construir redes y explotar el talento que atesoramos para mejorar la gobernanza común.
*Director de GEN (Vigo) y del Foro Económico de Galicia
