Un escritorio que formó parte de la decoración del Palacio Real de Madrid; una pantalla de chimenea tapizada con un conjunto de seda labrado encargado por Alfonso XII para confeccionar las cortinas del Comedor de Gala del Palacio Real; un mueble que formó parte de la decoración de la Sala de Música de la reina Victoria Eugenia... Son algunos de los bienes de Patrimonio Nacional que se conservan en el pazo de Meirás, según el informe redactado por los técnicos estatales

El documento, al que ha tenido acceso este diario, apunta a la existencia de varios bienes muebles que "tienen su origen en las colecciones reales españolas". "Es muy posible que no sean los únicos y que, de continuar las investigaciones, se encuentre más documentación relacionada con la titularidad de otras de las piezas conservadas en el edificio", concluyen los autores.

Este informe y el inventario de bienes realizados por los técnicos de la Consellería de Cultura ya está en poder del Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña. En su informe, la Xunta detalla 697 bienes, 81 de ellos ubicados en los jardines. Entre otros elementos, las estatuas del Mestre Mateo, que continúan en la capilla; o los cuadros de Zuloaga y Sotomayor (cuya autoría no se concreta en el inventario), diversos conjuntos escultóricos, tapices, armas antiguas, bargueños...

El informe del Gobierno gallego apunta también a la existencia de una amplísima colección bibliográfica, "en una horquilla aproximada de entre 9.000 a 13.000 ejemplares". Los técnicos no entran en detalles sobre la colección y se limitan a hacer una relación de todos los bienes, sin concretar si deben entenderse o no vinculados a la categoría de Bien de Interés Cultural del inmueble. Se trata de un detalla relevante, dado que la jueza ha autorizado a la familia Franco a retirar del pazo que "nada aporten a la significación del pazo como Bien de Interés Cultural". El Concello de Sada solicitó sin éxito un complemento del auto que ordenó elaborar un inventario para que en este concretase qué bienes debían quedar vinculados al BIC. Solo Xunta y los Franco se negaron.